El fiestón onegero del Guey Pipo y la Gueina Leti, perpetrado en el Palacio de El Pardo el pasado martes, dará que hablar. Naturalmente, el lobby gay y el lobby feminista se hicieron con el cotarro, pero cuando ayer escribía sobre el particular, desconocía la letra pequeña de tan magno acontecimiento.

Ojo al dato: Ana María Pérez del Campo, presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, tiene un centro de acogida a mujeres maltratadas, algunas de las cuales, como demuestran los follones pretéritos que ha vivido, al parecer no eran de acogida como esperaban. Todo ello financiado con dinero público, claro está. Digo, que doña Ana María se acercó a la Reina de España, Doña Letizia, y le invitó a visitar "nuestro centro".

La respuesta de la Reina, que tonta no es, fue que, naturalmente, tenía todo su apoyo pero que "hay que contar con todos… así que hable con la ministra", esto es, con doña Ana Mato. Que no, que nuestra reina es progre pero no tonta.

Homosexualistas y feministas exigen a los nuevos reyes "hechos": Majestades: deben acudir al Desfile del Orgullo Gay
También merece reseña el caso de Francisco Pérez, de la asociación homosexual Colegas, quien se dirigió a Felipe VI con una banderita Arco Iris como obsequio (seguramente figurará en las vitrinas de Zarzuela) pero que encontró a un monarca un tanto "parco" en su respuesta: "Estoy muy contento de que estéis aquí. Cabemos todos". Y tan parco. Al final, no quedó claro si donde cabían todos era el Palacio de El Pardo o en la galaxia homosexualista. ¿Y qué respondió doña Letizia Aún mejor: "Estoy muy concienciada con vuestras reivindicaciones". Pero, fíjense que ni Pérez ni Campo se dieron por satisfechos-satisfechas. La feminista aseguró que "apreciamos el gesto de la invitación regia siempre que culmine en hechos", lo que recuerda la exigencia de los señores feudales germanos: "Rey soberano será si hace nuestra voluntad". Majestades: la cabalgata del Orgullo Gay os espera: no podéis faltar.

Es el problema de tenderle la mano a la víbora: lo más probable es que te la muerda. Pero no hay que preocuparse: cabemos todos... aunque no está claro que quepamos.

Eulogio López

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