• El primer ministro del Kurdistán iraquí animó a los cristianos iraquíes a esperar pacientemente la derrota de los yihadistas del Estado Islámico.
  • El Gobierno de Bagdad construirá 2.000 casas prefabricadas para los prófugos cristianos refugiados en Erbil (capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí).
  • Pero la situación de los cristianos iraquíes es desesperada, como explicó el arzobispo de Mosul.
En Irak y Siria los yihadistas del Estado Islámico siguen ampliando sus 'conquistas' en el territorio en el que han declarado un califato, regido por la ley islámica, y donde se dedican a matar a quienes no creen o piensan como ellos y a violar y esclavizar sexualmente a mujeres de esos territorios. Por eso, los cristianos de Irak y Siria huyen de allí.

En ese contexto, el primer ministro de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, animó a los cristianos iraquíes a no abandonar sus tierras emigrando al extranjero y esperar pacientemente la derrota de los yihadistas del Estado Islámico, que abrirá las puertas de su regreso a sus hogares, informa Fides. 

Además, el Gobierno de Bagdad ha anunciado el lanzamiento de un proyecto para la construcción de al menos dos mil viviendas prefabricadas para los prófugos -en su mayoría cristianos- que han encontrado refugio en el barrio de Ankawa, en las afueras de Erbil, la capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, informa también Fides. 

El proyecto se llevará a cabo en colaboración con las autoridades y los órganos de gobierno de la región autónoma del Kurdistán iraquí. El plan para afrontar la emergencia de la vivienda prevé la entrega de casas a las familias de los refugiados en los próximos 45 días, antes de que la temporada de frío llegue a su fase más aguda. Veintitrés mil viviendas prefabricadas han sido destinadas también a la zona de Dohuk, donde se concentran alrededor del 50 por ciento de los desplazados que huyeron de Mosul y de las ciudades de la llanura de Nínive.

Pero la situación de los cristianos iraquíes es desesperada, como explicó el arzobispo de Mosul Emil Shimoun Nona. El prelado advierte de que "el espíritu y el estado de ánimo de los refugiados es cada vez más difícil y desesperado, porque no ven signos positivos para el regreso a casa" en un futuro próximo.

Por eso, el Kurdistán iraquí debe ayudar a los cristianos como sea, que es lo que parece que está haciendo.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com