Nos lo cuenta el diario coruñés La Opinión. El lunes 9 de mayo dos chicos de unos 21 años irrumpieron en la parroquia de San Pablo cuando se celebraba la primera misa de la mañana. Los jóvenes comenzaron a besarse y acariciarse con ánimo de escandalizar a los feligreses. No contentos con esto, tras ser expulsados, apalearon al sacristán causándole lesiones de las que tuvo que ser asistido en el hospital Juan Canalejo. Lea la noticia completa aquí