Aunque La Caixa haya contratado al ex portavoz del Gobierno con Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, para asesorarle en Madrid, y para tender puentes con Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre, lo cierto es que la apuesta es difícil. En primer lugar, porque Mariano Rajoy no quiere saber nada con MAR. Le considera un elemento del pro aznarismo, del que quiere alejarse cuanto más mejor. En segundo lugar, desde la Comunidad de Madrid se ha dejado claro a Gas Natural, con una muestra de centralismo rancio, y en forma de amenaza, que no son bien vistos en la capital: cuando el Partido Popular vuelva al poder, nuestro ministro de Industria será Manuel Pizarro. Que se sepa, Esperanza Aguirre no nombra ministros, ni Pizarro ha querido hacer una carrera política, pero

MAR lo va a tener difícil.

Al mismo tiempo, La Caixa no ha proporcionado la evolución de sus depósitos desde que lanzara la OPA sobre Gas Natural. Ahora considera que puede ser la gran batalla política e incluso la económica, si mejora la oferta. Lo que ocurra cuando el PP vuelva al poder no parece preocuparle mucho. Lo que pueda hacer Pizarro como ministro de industria tampoco : lo que le preocupa es lo que Pizarro está haciendo ahora, porque no cede ni un palmo de terreno.