• Fracasa la oferta de recompra de los bonos canjeables en acciones de la eléctrica.
  • Florentino esperaba reducir la participación de ACS en Iberdrola un 3%, pero sólo ha logrado hacerlo en un 1,5%.
  • Y lo que es peor: la deuda sigue ahogando a la constructora.
  • No le queda más remedio que desinvertir: tras colocar John Holland, la filial australiana Leighton vende la mitad de su división de servicios a Apollo por 460 millones de euros.

Hace años, en 2012, el afán de Florentino Pérez (en la imagen) era entrar en el consejo de Iberdrola. Pero no lo consiguió, a pesar de que ACS llegó a tener el 20% del capital de la eléctrica. El asunto sigue en los tribunales. Ahora, dos años después, el empeño del presidente de la constructora es abandonar Iberdrola, donde aún posee el 5,6%.

Fue la segunda razón por la que Florentino lanzó la oferta de recompra de bonos canjeables en acciones de la eléctrica, y ojo, con cargo a la cuenta de resultados. Si acudían todos los bonistas, la participación del grupo constructor y de servicios en Iberdrola se reduciría del 5,6% actual al 2,6%.

Pero no. La oferta que terminó a las 17 horas del jueves 11 de diciembre, ha sido un fracaso. A pesar del elevado incentivo -86,19 millones de euros- sólo han acudido a la oferta el 50,5% de los bonistas de las dos emisiones implicadas. En concreto, el 59% de la de 721 millones de euros y el 42% de la de 405 millones. Así, la participación de ACS en Iberdrola se ha reducido únicamente un 1,5%, frente al 3% esperado.

Y lo que es peor: la disminución de la deuda -primer motivo por el que Florentino lanzó esta oferta- ha sufrido un duro golpe. Si todos los bonistas hubieran acudido, el ratio de deuda respecto al Ebitda habría bajado cuatro décimas, del 2,2 actual al 1,8. Ahora, como mucho, hay que hablar de tres décimas de reducción, hasta el 1,9.

En definitiva, la deuda sigue ahogando a la compañía. Por eso, Florentino ha acelerado la venta de activos en estas últimas semanas. La actividad es frenética para poder maquillar las cuentas del ejercicio. La última, la venta del 50% de la división de servicios de Leighton al fondo Apollo, por 460 millones de euros.

Con esta operación, realizada sólo cinco días después a la colocación de John Holland por 770 millones de euros, el grupo logra compensar la fallida recompra de bonos, y reduce su ratio de deuda sobre Ebitda hasta el 1,8. Pero no se engañen. Todo esto es pan para hoy y hambre para mañana.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com