El Tribunal Supremo británico ha dictaminado que sin el permiso del Parlamento del Reino Unido no puede celebrarse un nuevo referéndum por la independencia de Escocia.

Y es que en Gran Bretaña sucede algo parecido a España: la mitad de los catalanes quiere la independencia, o al menos así lo anuncia mientras Ceuta y Melilla son las zonas más españolas de toda España. Allí arriba, Irlanda del Norte suspira por aferrarse a Londres mientras sus hermanos escoceses quiere plantarle cara a Londres.

En cualquier caso, los indepes catalanes se quedan sin modelo, pues su referencia siempre fue, precisamente, Escocia.

Y lo que es más serio, el Supremo británico emite dos mensajes que atentan contra la yugular del independentismo con dos argumentos básicos: un 'sí' no puede valer más que cinco 'noes'. Es la clave de todo referéndum separatista; ya pueden votar los ciudadanos una y otra vez que no, que si una sola vez, los indepes consiguen el sí, se independizarán y ya no habrá vuelta atrás.

Otrosí: en una  consulta separatista de Cataluña debemos votar todos los españoles. Los catalanes porque quieren separarse del resto del país porque podrían no estar dispuestos a que les arrebaten 'su' Cataluña. Traducido: el Supremo británico no dice que no pueda haber otro referéndum de independencia en Escocia: dice que tiene que aprobarlo el parlamento británico. ¿Comprenden?