El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo este jueves una conversación telefónica con su homólogo ruso Vladimir Putin, acerca de su guerra con Ucrania.
El mandatario estadounidense reveló que, próximamente, se reunirá con Putin en Budapest, capital de Hungría, el país más cercano a Rusia y más alejado de las posturas ‘progres’ que rigen en la Comisión Europea. De hecho, Hungría -bajo el mando de Viktor Orban- ha sido perseguida por la Comisión Europea por no plegarse a sus políticas 'woke' consistentes en hacer seguidismo del lobby abortista y del lobby LGTBI y en las políticas pro-ideología de género.
Pues bien: precisamente Putin ha elegido Budapest, lo que equivale a una discreta bofetada a Ursula Von der leyen y a los demás jerifaltes de la UE...
La intención última de Trump es acabar "esta guerra ignominiosa". Pero no será fácil. Y tampoco ayuda la posibilidad manifestada recientemente por el presidente estadounidense de evaluar el posible envío de misiles Tomahawk -los más avanzados del mundo, que pueden alcanzar los 1.600 km- a Ucrania, una petición de Kiev.
Trump señaló la semana pasada que estudiaría la petición ucraniana y que incluso la podría utilizar en sus negociaciones con Putin: “Puede que le diga: ‘Si esta guerra no se resuelve, les enviaré (a los ucranianos) Tomahawks’”.
Sin embargo, al presidente ruso "no le gustó la idea" y advirtió que la entrega de estos misiles significaría “un nuevo nivel de escalada” en la guerra.
Quizá por ello, la última declaración del inquilino de la Casa Blanca, al referirse a esa arma letal, haya sido dejar en suspenso su entrega a Ucrania ya que "nosotros los necesitamos también, así que no sé qué podemos hacer"...
Seguiremos informando...











