La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, suma dos reprobaciones (una del Senado y otra del Congreso)... ¡en menos de 24 horas! por su mala gestión en vivienda y trenes. Y sucede justo en vísperas de que en la próxima madrugada arranque oficialmente la campaña para las elecciones municipales y autonómicas del 28-M.

A su jefe, otro Sánchez de nombre Pedro, se le complica cada vez más la consigna de que en año electoral no dimite nadie. Es cierto que Raquel Sánchez se libró de la crisis de Renfe por el caos de los trenes de Asturias y Cantabria, donde fueron Isaías Táboas e Isabel Pardo de Vera los que pagaron el pato tras otros dos ceses poco relevantes. Ahora la ministra, tras ser reprobada en el Senado, ha sumado otra reprobación en el Congreso por su gestión, sobre todo lo relacionado con la política de vivienda (los avales para hipotecas y la ‘protección’ de los propietarios ante los okupas, por ejemplo) y los problemas en los trenes de cercanías (no caben por los túneles de Asturias y Cantabria, retrasos en Cataluña y Madrid). Y esta última reprobación ha salido adelante con 173 votos a favor (los de PP, Vox, Cs, ERC, JxCAT, PDeCAT, la CUP, Foro Asturias y los diputados navarros Sergio Sayas y Carlos García Adanero), frente a 161 votos en contra y seis abstenciones.

De hecho, la portavoz pepera en la Cámara Baja, Cuca Gamarra, ha subrayado que Pedro Sánchez ni siquiera ha ido a apoyar a Raquel Sánchez para votar en contra de su reprobación (ya saben que tiene una agenda más relevante, pues tras presidir un Consejo de Ministros extraordinario viaja a EEUU... y eso son palabras mayores). Una ausencia que, en opinión de Gamarra, es una muestra más de que “el Gobierno única y exclusivamente se dedica a la propaganda”.

Claro que, salvo sorpresa, no se espera la dimisión de Raquel Sánchez tras las dos reprobaciones ¡en menos de 24 horas! Ya saben que pertenece a la cuota del PSC, pues forma parte de su Comisión ejecutiva (al igual que Raül Blanco, presidente de Renfe; el ministro Miquel Iceta; Salvador Illa; Meritxell Batet o Jaume Collboni, entre otros), y Pedro Sánchez no quiere enfadar a los socialistas catalanes.