Recuerden que el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, defendió su reforma en el Congreso: "con humildad, creo que estamos haciendo un buen trabajo"... sin embargo, los Jueces y Fiscales se fueron a la huelga antes de verano, y a la vuelta del curso, el ministro ha enfadado de nuevo a la justicia. 

Y es que a partir del 3 de octubre, los Juzgados de Violencia sobre la Mujer (JVM), que hasta ahora solo juzgaban delitos de violencia dentro de la pareja o expareja, asumirán la competencia de todos los delitos sexuales contra la mujer (violencia sexual, trata con fines de explotación, matrimonios forzados y mutilación genital femenina).

No sabemos qué tiene que ver el tocino con la velocidad, pero Félix asegura que el objetivo del cambio es claro: garantizar una "Justicia más humana, cercana y con enfoque de género" al centralizar estos casos en jueces con formación específica, dando cumplimiento al Convenio de Estambul. Para el Gobierno, "es prioritaria la protección de las mujeres", que han de saber "que van a ser juzgadas con jueces formados en violencia sobre la mujer".

Reforma que, como indicamos, ha puesto en pie de guerra a Jueces y Fiscales que avisan del colapso que va a suponer la misma. Los jueces lamentan que, a lo largo de diversas reformas legales, se les han añadido nuevas competencias "sin que ello haya ido acompañado de un aumento del número de jueces y juezas". "Esta vez no podremos abarcar todo lo que se avecina, porque es inasumible", señalando que en muchos casos se va a "concentrar en un solo juzgado el trabajo que antes llevaban varios". 

Los jueces critican que los refuerzos prometidos por el Ministerio de Félix hasta la creación de nuevas plazas en enero de 2026 se limitarán a "comisiones de servicio sin relevación de funciones", lo que implica nombrar a jueces para que, "además de su trabajo, saquen parte del papel" que se acumula, pero "nada que implique su presencia física en los mismos. Nada".

No han aumentado los servicios auxiliares que nos permitan llevar a cabo nuestra labor, con más forenses, personal en los órganos judiciales y en las oficinas de atención a las víctimas, así como en el servicio de asistencia jurídica". Denuncian también que "en la mayoría de los partidos judiciales no se han adaptado las sedes para poder llevar a cabo esa labor en unas mínimas condiciones de dignidad y confort para las mujeres y sus hijos e hijas".

Bolaños le resta importancia y asegura que no habrá colapso, sino que se ha hecho el plan para que la carga de trabajo "se pueda asumir con tranquilidad".