
Procesamiento sorprendente el del padre Custodio Ballester, si lo comparamos con los incesantes casos denunciados por los ultrajes, burlas y ofensas al cristianismo, que por norma general suelen acabar archivados
Sr. Director:
Custodio Ballester, sacerdote de Barcelona, opinó en 2017 que el yihadismo radical y el islamismo violento quieren destruir Europa y la civilización occidental, y que a través de la inmigración indiscriminada se introducirían elementos que destruirían nuestra convivencia social. Una opinión que no va contra los musulmanes ni contra la inmigración en general, y confirmada por la sangrienta realidad de los episodios que suceden diariamente y que, pese a ser silenciados por muchos medios, acabamos conociendo. Una opinión que posiblemente suscribamos una considerable y creciente parte de españoles, pero que le ha costado al padre Ballester una denuncia por una subvencionada asociación de musulmanes y un procesamiento penal a instancia de la fiscalía, que pide para él tres años de cárcel por un supuesto delito de odio.
Procesamiento sorprendente si lo comparamos con los incesantes casos denunciados por los ultrajes, burlas y ofensas al cristianismo, que por norma general suelen acabar archivados. Pero más sorprendente aún es la reacción de la Conferencia Episcopal Española; que hace poco reaccionó rápidamente en defensa del sacrificio musulmán de corderos en Jumilla, pero que ahora, con similar celeridad a través de su secretario general, se ha desentendido de la defensa del cura Ballester, remitiéndose fríamente a lo que decidan los jueces. Quizás haya llegado el momento de que la CEE traslade su sede de Madrid, a la Casa de Pilatos de Sevilla.









