- Por eso no quiere celebrar el aniversario de la llegada de la democracia a España.
- A cambio, en otro alarde de demagogia, ha decidido honrar a las víctimas del Franquismo.
- Rajoy es un renegado de sus principios cristianos, un tibio, y por tanto no gobierna, gestiona.
- Sánchez no tiene otro principio que un final: llegar a La Moncloa; plastilina en manos de Iglesias.
El problema de
Pablo Iglesias y de
Podemos es que no son demócratas, son comunistas,
Leninistas 3.0, que diría don
Felipe González. Por eso, cuando se celebra el 40 aniversario de las primeras elecciones predemocráticas, pero que abrieron la nueva etapa, que empezaría a contar años con la Constitución de 1978,
Podemos no se suma, faltaría más.
No se suma porque no le gusta. Pero decir que te opones al aniversario de la fiesta de la democracia, hombre,
queda un poco mal. Por ello, con esa demagogia tan podemita, han decidido festejar a las
víctimas del Franquismo. Ni el Comité Central del PCUS estaliniano lo hubiese hecho mejor.
Y con esta pantomima, ¿sigue insistiendo usted en que
Podemos llegará al poder? Naturalmente.
No por los méritos de Pablo Iglesias, sino porque tiene las dos condiciones con la que un comunista siempre llega al poder: un socialista necio,
Pedro Sánchez, y un derechista tibio y cobardón, como es
Rajoy.
Sánchez no tiene principios, ni buenos ni malos.
Sólo estrategia y ambición. Rajoy es un renegado de sus
principios cristianos, un tibio, y
por tanto no gobierna, gestiona.
Sánchez quiere ser presidente del Gobierno y lo mismo podría hacerlo desde la izquierda que desde la derecha; es plastilina en manos de Iglesias.
Podemos llegará al poder.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com