Sr. Director:
"Desorden", "división" y "desbarajuste" son algunos de los calificativos que dedica la prensa extranjera a la actual situación política catalana.
Y no es para menos: unos cuantos políticos que pretenden la secesión cuando ni siquiera tienen mayoría de votos para cambiar el estatuto de autonomía; un actual presidente en funciones que es capaz de hacer las concesiones que sea menester, por muy humillantes y contrarias a sus convicciones que sean, con tal de aferrarse a la poltrona y, como guinda, un empate exacto a 1.515 que no se ha creído ni el apuntador de un partido que daba lecciones de transparencia y democracia.
Josep Tarradellas afirmó que "en política se puede hacer de todo menos el ridículo". En el esperpento en que se ha convertido la política catalana está claro que no le han hecho caso.
Antonio Sanz
La Iglesia española se enfrenta a Sánchez y se opone a la derogación del delito de ofensas a los sentimientos religiosos, o sea, a la legalización de la blasfemia
11/12/24 12:10