El próximo día 29 a las 2 de la madrugada serán las 3, nos obligan a adelantar el reloj y a dormir una hora menos, algo a lo que una directiva comunitaria nos está acostumbrando a hacer dos veces al año.
En este contexto, la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE) ha pedido al Gobierno que no se efectúe el cambio de hora para conseguir estar en el huso horario del Meridiano de Greenwich.
"Sólo si se elimina el adelanto de los relojes este fin de semana se conseguirá estar en el huso que nos corresponde", ha explicado en un comunicado esta entidad. Según el Presidente de ARHOE, "España debe adoptar, de una vez por todas, el huso horario del Meridiano de Greenwich, el que nos corresponde por situación geográfica, y abandonar el de Berlín, horario que se adoptó como medida provisional el 2 de mayo de 1942".
Así, "recuperaremos nuestra posición natural" y aconseja que "no nos abandonemos a costumbres que no tienen sentido". Y es que en la práctica ese ahorro energético no es significativo, porque las jornadas de trabajo siguen siendo maratonianas y se sale de trabajar a horas intempestivas, practicando más la cultura de la presencia que la de la eficiencia, y menoscabando no solo la justa conciliación de la vida personal, familiar y laboral de las personas, sino también perdiendo eficacia y productividad en las empresas, ha continuado el Presidente.
Tengamos además en cuenta que estos cambios provocan problemas de salud, sobre todo en el sueño, tal y como avalan muchos profesionales del sector sanitario". Esto nos afecta de manera especial a los enfermos con unos cuantos años a la espalda.
Es así que nos preguntamos, ¿cambiar la hora el sábado, para qué? ¿Por imperativo comunitario?
Pedro J. Piqueras Ibáñez