Otro revés judicial para Irene Montero: la Audiencia de Madrid archiva la querella de la ministra contra las caceroladas frente a su casa
Tras repetirnos lo de 'nosotros y nosotras" (que no doña Irene, que usted nunca será 'nosotros'), la portavoz parlamentaria de Podemos estuvo en un tris de confeccionar un nuevo palabro feministo: las 'militantas'.
Pero se contuvo a tiempo y se conformó con la reiteración, asimismo pedantona de "los militantes y las militantes".
¡Qué pena! Algunos ya esperábamos a las militantes, que rima con tunantas, pero doña Irene se contuvo a tiempo, no fuera a superar una nueva barrera del ridículus espantosus'.
Pero no lo duden, doña Irene cruzará esa frontera. Antes o después. Ningún fascista podrá detenerla.
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