Antonio Huertas está satisfecho con la evolución que ha tenido Mapfre durante 2019, con un aumento de las primas del 2,2% y un aumento del beneficio neto del 15,2%. El presidente de la aseguradora cree, además, que el perímetro actual de la compañía es el óptimo para afrontar los próximos ejercicios. Después de ‘liquidar’ las aventuras internacionales fallidas, ahora toca asentar el negocio en los mercados que funcionan. También en los maduros como el español, donde Huertas ha descartado salir de compras. “En España no necesitamos adquirir nada”, ha respondido este miércoles, durante la presentación de resultados del grupo. Ni siquiera la compra de Caser por Helvetia le ha abierto el apetito de Mapfre.

A Huertas no le parece bien que se derogue la reforma laboral. “Nosotros somos cumplidores y acataremos cualquier cambio legislativo”, ha afirmado, para luego añadir: “No debemos desandar caminos que ya hemos transitado y que nos van a hacer perder tiempo. Pensar en una reforma absoluta de la reforma laboral sería un paso atrás”, ha señalado. “Tenemos que ser prudentes y pensar en las personas que aún no tienen trabajo en nuestro país”, ha concluido.

Otro asunto que debería preocupar a Huertas, y a todo el Consejo de Administración, es el creciente descontento de los accionistas con la remuneración de los consejeros. Así, si en 2018, fueron el 8% los que votaron en contra de los sueldos de 2017, en la junta de 2019 el porcentaje de los que están descontentos aumentó considerablemente hasta el 13,8%, según el informe remitido este miércoles por la compañía a la CNMV.

Tal vez por eso, Huertas redujo un 2,3% su retribución en 2019, hasta los 2,08 millones de euros. Su plan de pensiones acumula ya 6,2 millones, después de sumar 541.000 euros en el ejercicio, un 2,6% más que en 2018. El resto del Consejo también redujo su retribución (-11,9%), que no superó los 11,9 millones de euros.