General Motors recibe aplauso bursátil (su cotización sube más de un 4%) al elevar previsiones anuales. Una decisión que ha tomado tras ingresar más de lo esperado por los analistas y ganar un 24% más en el primer trimestre.

El fabricante automovilístico con sede en Detroit (Michigan, EEUU) y dueño de varias marcas (Cadillac, Chevrolet, GMC y Hummer, entre otras) ha pisado el acelerador en resultados, gracias al buen rumbo en América del Norte, en parte, gracias a las ventas de camiones. Sus ingresos han crecido un 7,6%, a unos 40.194 millones de euros, por encima de lo esperado por los analistas y la compañía, e incluyendo la recomposición de las existencias en 77.000 unidades tras la huelga.

Relacionado

Por su parte, el beneficio neto de explotación (ebit) ajustado ha ascendido a 3.617 millones (+1,8%) y el margen operativo ajustado en América del Norte se ha situado en 10,6%, superando el rango previsto (8-10%) para el conjunto del año, por precios estables de los vehículos y mayores ventas. Y el beneficio neto se ha disparado un 24%, a 2.785 millones, pese a los mayores costes laborales que ha supuesto el nuevo convenio firmado tras la huelga (la cual también afectó a Ford y a Stellantis durante seis semanas entre los pasados septiembre y octubre). Además, le ha ido mejor en su casa que fuera, porque en China ha tenido unas pérdidas de 99 millones y en otros mercados internacionales han sido de 9,3 millones.

La multinacional que dirige Mary Barra espera no solo mejores resultados anuales, sino también beneficio en el negocio del coche eléctrico para el segundo semestre, aunque ha pisado el freno en el vehículo autónomo.