Tropas saudíes entraron en el país vecino para ayudar al régimen
La policía ha tomado el control de la plaza donde se concentraban las protestas. En Pakistán, la cristiana condenada Asia Bibi, teme por su vida.
Como una clara repetición de la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis para defender el reinado absolutista de Fernando VII, así se podría entender la llegada de tropas de Arabia Saudí a Bahrein en un intento de apoyar al régimen y sofocar las protestas en el país.
Sin embargo, la entrada de tropas extranjeras no ha calmado los ánimos y este miércoles, policías antidisturbios han atacado la plaza donde se concentran los manifestantes opositores al régimen y han quemado las tiendas en las que se resguardan. Como consecuencia del ataque tres manifestantes han fallecido, según ha explicado un diputado opositor bahrení, y dos policías podrían haber muerto también.
Otro de los focos de conflicto es Pakistán, aunque no por las revueltas cuanto por la persecución religiosa que viven los cristianos en un país musulmán, cada vez más próximo al radicalismo islámico. Si hace unas semanas fue asesinado el ministro de Minorías Religiosas, Shahbaz Bhatti, por su oposición a la ley anti blasfemia, quien sigue temiendo por su vida es la cristiana Asia Bibi, en prisión desde hace meses y condenada a muerte por supuestamente haber blasfemado contra Mahoma. En los últimos días han aparecido carteles cerca de la prisión en la que se encuentra con el rostro del ministro asesinado y una pregunta amenazante: ¿Quién será la próxima?.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com
La policía ha tomado el control de la plaza donde se concentraban las protestas. En Pakistán, la cristiana condenada Asia Bibi, teme por su vida.
Como una clara repetición de la llegada de los Cien Mil Hijos de San Luis para defender el reinado absolutista de Fernando VII, así se podría entender la llegada de tropas de Arabia Saudí a Bahrein en un intento de apoyar al régimen y sofocar las protestas en el país.
Sin embargo, la entrada de tropas extranjeras no ha calmado los ánimos y este miércoles, policías antidisturbios han atacado la plaza donde se concentran los manifestantes opositores al régimen y han quemado las tiendas en las que se resguardan. Como consecuencia del ataque tres manifestantes han fallecido, según ha explicado un diputado opositor bahrení, y dos policías podrían haber muerto también.
Otro de los focos de conflicto es Pakistán, aunque no por las revueltas cuanto por la persecución religiosa que viven los cristianos en un país musulmán, cada vez más próximo al radicalismo islámico. Si hace unas semanas fue asesinado el ministro de Minorías Religiosas, Shahbaz Bhatti, por su oposición a la ley anti blasfemia, quien sigue temiendo por su vida es la cristiana Asia Bibi, en prisión desde hace meses y condenada a muerte por supuestamente haber blasfemado contra Mahoma. En los últimos días han aparecido carteles cerca de la prisión en la que se encuentra con el rostro del ministro asesinado y una pregunta amenazante: ¿Quién será la próxima?.
Juan María Piñero
juanmaria@hispanidad.com