- EEUU da una semana a Al Assad para entregar las arama químicas. Y Damasco se lo piensa.
- Asún así, Rusia dice tener "pruebas más que suficientes" de que los rebeldes son los responsables del ataque químico" del 21 de agosto en Damasco.
- EEUU sólo deja una puerta abierta para no intervenir: que Al Assad entregue las supuestas armas químicas.
- Pero Bashar Al Assad niega rotundamente haber utilizado este tipo de armamento: "No hay evidencia de que usé armas químicas contra mi propio pueblo"
- El Papa pone el dedo en la llaga: "Siempre queda la duda de si esta guerra de aquí, esta guerra de allá -porque hay guerras en todas partes- ¿es una guerra por problemas o es una guerra comercial para vender estas armas en el comercio ilegal".
- El Santo Padre escribe en Twitter: "Pido que emprendan con valentía y decisión el camino del encuentro y de la negociación".
Mientras, Estados Unidos ha dado una semana a Bashar Al Assad para que entregue sus arsenales químicos. Y Damasco se lo pensará.
También tiene muy claro Rusia que una intervención militar en Siria sólo fomentaría y facilitaría la labor al terrorismo, lo mismo que opina el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Walid al Muallem, quien ha advertido este lunes de que un ataque de Estados Unidos contra Siria sólo "favorecerá" a los mismos terroristas que "hicieron volar" el World Trade Center en los atentados del 11 de septiembre de 2001, es decir, al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL), la rama de Al Qaeda que opera en ambos países.
Pero es que los rusos, al contrario que EEUU, sostienen que fueron los rebeldes quienes usaron las armas químicas y no el régimen de Bashar Al Assad: "Hay pruebas más que suficientes para respaldar que los rebeldes son los responsables del ataque químico" del 21 de agosto en Damasco, ha dicho Lavrov.
Por su parte, EEUU sigue empeñado en un ataque militar y según el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, la única manera de que Estados Unidos diera marcha atrás en su intención de atacar al régimen del presidente sirio, Bashar al Assad, sería que éste entregara en el plazo de una semana su arsenal de armas químicas, aunque cree que no lo hará.
Por lo pronto, Bashar al Assad ha negado personalmente que haya utilizado armas químicas. Así, en una entrevista con el periodista Charlie Ross para la cadena PBS, ha manifestado: "No hay evidencia de que usé armas químicas contra mi propio pueblo (...) y si de hecho la administración (en alusión al presidente de los Estados Unidos Barack Obama) tiene evidencia, debería mostrarla y defender esa postura".
A todo esto, el Papa Francisco sigue llamando a la paz y apelando al diálogo para solucionar el conflicto. Este domingo, en el Ángelus, invitó a seguir rezando "para que cese inmediatamente la violencia y la devastación", como informa News.va.
Pero el Santo Padre fue muy claro al denunciar los intereses detrás de una guerra: "La Palabra del Señor nos toca en lo más vivo, nos dice: ¡hay una guerra más profunda que tenemos que luchar, todos! ¡Es la decisión firme y valiente de renunciar al mal y a sus seducciones y de escoger el bien, listos para pagar en persona: he aquí el seguimiento de Cristo, he aquí el tomar la propia cruz! Esto implica - entre otras cosas - decir no al odio fratricida y a las mentiras de las que se sirve, a la violencia en todas sus formas, a la proliferación de armas y su comercio ilegal. Éstos son los enemigos que hay que combatir unidos y con coherencia, no siguiendo intereses, que no sean los de la paz y el bien común".
Como recogía Religión en Libertad, en un excursus improvisado (como es frecuente en las alocuciones de Francisco) respecto al texto difundido por la Santa Sede, el Papa se preguntó: "Siempre queda la duda de si esta guerra de aquí, esta guerra de allá -porque hay guerras en todas partes- ¿es una guerra por problemas o es una guerra comercial para vender estas armas en el comercio ilegal". Este lunes escribía en twitter: "Pido que emprendan con valentía y decisión el camino del encuentro y de la negociación".
Después del Ángelus el Papa insistió en la oración, tras la jornada de ayuno del sábado 7 de septiembre: "Quisiera dar las gracias a todos aquellos que, de una u otra forma, se unieron a la vigilia de oración y ayuno de ayer en la noche. Gracias a las numerosas personas que han ofrecido sus sufrimientos. Gracias a las autoridades civiles, a los miembros de otras comunidades cristianas y de otras religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad que han vivido, con este motivo, momentos de oración, ayuno y reflexión".
"El compromiso continúa: ¡Sigamos con la oración y con las obras de paz! Les invito a seguir rezando para que cese inmediatamente la violencia y la devastación en Siria y para que se trabaje con renovado empeño por una justa solución al conflicto fratricida. Pidamos también por los otros países de Oriente Medio, especialmente por el Líbano, para que encuentre la anhelada estabilidad y siga siendo modelo de convivencia; por Iraq, para que la violencia sectaria deje paso a la reconciliación; y por el proceso de paz entre israelitas y palestinos, para que avance con determinación y audacia. Pidamos también por Egipto, para que todos los egipcios, musulmanes y cristianos, se comprometan a construir juntos la sociedad buscando el bien de toda la población. ¡La búsqueda de la paz es un camino largo y requiere paciencia y perseverancia! ¡Sigamos rezando!", concluyó el Papa.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com