El vicepresidente sigue sin deshojar la margarita de su permanencia en el Gobierno
Como ya hemos informado, este miércoles se celebraba en un hotel madrileño un almuerzo con el vicepresidente económico, Pedro Solbes. El alicantino volvió a mostrarse esquivo cuando le preguntaron sobre su permanencia en el Gobierno en las próximas elecciones generales. "Depende de varias variables, de que gane el PSOE y de que el presidente me pida que me siga encargando de estos asuntos", señala Solbes con desdén. Es el único que no vende moral de victoria. Quizás la contraprestación de que Zapatero no resuelva la incógnita de si será él quien seguirá al frente de la Economía la próxima legislatura.
Lo llamativo es que tras acabar el almuerzo, el ex ministro José Bono, ofreció un sonoro y fotografiado abrazo al vicepresidente. Desde luego, estaba bien planificado. No fue un encuentro casual, porque a Bono no es que le entusiasmen los asuntos económicos. ¿Trabaja Bono la posibilidad de que Solbes le acompañe en un "golpe de Estado" dentro del PSOE? Puede.
Por cierto, que fue muy comentado entre los asistentes no sólo lo moreno que estaba el toledano sino lo que había adelgazado desde que ha pasado a la "reserva". La buena vida y los buenos paseos.