Pueden servir para la ampliación de la propia PRISA (900 millones) y para la nueva sociedad que agruparía activos audiovisuales junto a Mediapro. Las fotos de Villa Cerdosa publicadas por El País dificultan la entrada de Berlusconi en la nueva sociedad.
La necesidad agudiza el ingenio. Les cuento la última de PRISA y Mediapro, los dos multimedia del zapatismo para salir de la quiebra en la que chapotean.
La operación es la siguiente: primero, ampliación de capital de PRISA por 900 millones de euros, más de lo que vale todo el grupo en Bolsa. ¿Quién va a querer acudir a la ampliación de una empresa en quiebra y por más del 100 por 100 de su valor bursátil? En Morgan Stanley, uno de los diseñadores de la operación, en nombre de los inefables Juan Luis Cebrián y Matías Cortés, sostiene que mucha gente, incluidos aquellos bancos acreedores que podrían aceptar la capitalización de deudas: El Santander no, desde luego, aunque no es amigo de PRISA y pagará, pero se lo pueden pensar Caixa y Caja Madrid, segundo y tercer acreedor nacional de PRISA.
Pero es que hay más. Lo que pretenden los Morgan Stanley consiste en un segundo capítulo aún más inquietante: segregar los activos audiovisuales (Digital Plus, derechos de pagos y, si fuera menester, Cuatro y La Sexta) en una compañía de nuevo cuño... donde dejar entrar, a su vez, a nuevos socios.
La clave: el precio de la ampliación y la transparencia ante los nuevos accionistas sobre la segunda operación de segregación de activos. Si no quedara claro desde el principio, estaríamos ante una estafa monda y lironda.
¿Quiénes son los posibles accionistas? Pues aquellos sobre los que PRISA y el Gobierno pueden tener capacidad de presión porque en condiciones normales ningún cristiano se prestaría a invertir su dinero en esta broma. Por una parte los bancos acreedores españoles: Santander-Banesto (no entrarán pero apoyarán), Caixa, Caja Madrid, Telefónica, Vivendi y, forzando un tanto, la Mediaset de Berlusconi. Las fotos de Villa Certosa, ya conocidsa como Villa cerdosa publicadas por El País no animaran a don Silvio.
El diseño de la operación trata de invertir la salida de la crisis de deuda de PRISA: en lugar de vender activos por abajo se trata de conseguir socios por arriba. Socios para ampliar capital en PRISA y socios para la nueva sociedad de activos individuales. Allí compartirán poder PRISA y Mediapro, Janli Cebrián y Jaume Roures, los Polanco y los Migueles (José Miguel Contreras y Miguel Barroso). Ahora bien, cada grupo mantendrá su independencia informativa y propagandística: es decir, harán propaganda del PSOE por doble vía. El País y la SER, así como Público, y los servicios informativos de Cuatro y La Sexta, seguirán operando por separado... a mayor gloria de ZP.
La verdad es que el diseño de Morgan Stanley se vende mejor, porque, de otra forma, no es posible que nadie acepte comprar Digital , una plataforma de TV de pago en declive valga 2.500 millones de euros (toda PRISA, insistimos, vale 842 millones de euros) o que la central de derechos de retrasmisión, por sí sola, sirva para aliviar el peso de la deuda. Los derechos son activos de futuro, que sólo ofrecen liquidez cuando se venden a buen precio. Y no está claro que algunos de ellos, por ejemplo los de Fórmula 1, en claro declive, puedan venderse a buen precio.
Ingeniería financiera por salvar PRISA y Mediapro, otro negocio surgido de la nada con el apoyo del Gobierno. Ahora podremos contemplar cuántos incautos quedan en el mundo.
Y si cuela, cuela.