Zapatero sigue confundiendo a la sociedad al mezclar memoria histórica con la memoria de honrar a los muertos. Un popurrí de declaraciones, digno de reflexión.

Sr. Director:

Sobre el tema de la memoria histórica y los mártires el presidente del Gobierno ha buscado la polémica faltando a la verdad, y le ha pedido a la Iglesia que respete a los familiares que buscan a sus desaparecidos como la sociedad respeta las beatificaciones de los mártires.

En este caso, como en muchos otros, el presidente del Gobierno falta a la verdad porque la Iglesia, que yo recuerde, nunca se ha pronunciado y supongo que ni se pronunciará contra los deseos de los familiares que quieren dar digna sepultura a sus muertos.

Falta a la verdad el presidente del Gobierno cuando sugiere que la Iglesia revindica unos muertos y otros no: en todos sus recientes documentos y pronunciamientos la Iglesia ha considerado como suyas a todas las víctimas de la Guerra Civil. Pienso que el olvido al que se refirió el cardenal Rouco consiste en el realismo de dejar de lado el recuento de cada una de esas afrentas para mantener viva la reconciliación de la Transición.

Esto es lo que la Iglesia hace cuando beatifica a los mártires, que no son muertos de ningún bando. Eran personas pacíficas que murieron por su fe, no por defender una idea política. Personas que murieron perdonando.

Ese perdón es el que España necesita en este momento más que nunca, para que la cadena de odio que se desató en los años 30 del pasado siglo no llegue hasta nosotros. ¿Por qué la palabra reconciliación desata tanto rechazo en ciertas personas?

Jesús D Mez Madrid

xusdomar@gmail.com