• Hasta ahora, la UE ha favorecido generalmente a la empresa estadounidense Google, y a otras como Facebook o Apple, en detrimento de las europeas del mismo sector. 
  • En esa actitud ha destacado el comisario español Joaquín Almunia, bastante tibio a la hora de frenar la posición de dominio de Google.
  • También el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó a su favor cuando le eximió de eliminar información porque "equivaldría a una censura del contenido publicado".
  • Y la UE no ha investigado a las grandes empresas de telecos norteamericanas que prácticamente no pagan impuestos en Europa (Google, Apple o Microsoft).
Por fin la UE señala de alguna forma al gigante estadounidense Google. Los reguladores antimonopolio de la UE reforzaron su escrutinio sobre cómo clasifica Google sus resultados de búsqueda, preguntando a empresas rivales si aparecer más abajo en la lista afectaba al número de visitas a sus páginas, según un cuestionario de la Comisión Europea.

La autoridad de competencia de la UE exigió a principios de julio más concesiones del motor de búsquedas más popular del mundo para calmar los temores de que bloquea los resultados de otros motores de búsqueda.

Hasta ahora, la UE ha favorecido generalmente a la empresa estadounidense Google, y a otras como Facebook o Apple, en detrimento de las europeas del mismo sector. En esa actitud ha destacado el comisario español Joaquín Almunia, bastante tibio a la hora de frenar la posición de dominio de Google: las telecos europeas denuncian que sin pagar apenas nada, Google utiliza la inversión de éstas en infraestructuras para expandir su poderío.

O, por ejemplo, cuando el Tribunal de Justicia de la UE dictaminó que pedir a los buscadores que eliminen información legal "equivaldría a una censura del contenido publicado".

O cuando la UE no ha investigado a las grandes empresas norteamericanas que prácticamente no pagan impuestos en Europa (Google, Apple o Microsoft), que de esta forma ahorran miles de millones de dólares al año en impuestos. Lo consiguen gracias a maniobras de ingeniería fiscal que les permiten tributar mínimamente por los beneficios que logran fuera de Estados Unidos.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com