Especialmente, si se recuerda que Florentino se desprendió de la holandesa HBG cuando entró en Dragados
¿1.264 millones de euros por el 25,1% de una constructora con un margen inferior al 1,5%? No se entiende la opción de ACS por la alemana Hochtief, salvo el deseo de hacerle un favor a la familia Von Fink, los March alemanes, a quienes algunos consideran los más adinerados del país germano.
Y como las comparaciones son odiosas pero muy esclarecedoras, tampoco se entiende porque Florentino Pérez dejó escapar una pieza mucho más interesante, la holandesa, Hollandsche Beton Groep NV (HBG), que le daba sopas con honda en rentabilidad a la alemana. Bueno, la razón la conoce todo el mundo: Pérez tenía que pagar una pasta gansa por Dragados a Emilio Botín y necesitaba vender activos, que entonces, como en la fábula de la zorra y las uvas, consideró no estratégico. Hoy, Hochtief es la clave del futuro.