Una vez más, la Catedral de Buenos Aires, utilizada para lo que no se debe. La asociación sionista B'nai B'rith, de tintes masónicos ha 'celebrado' en el templo la conmemoración de la noche de los cristales rotos. Pues muy mal, monseñor Mario Aurelio Poli (en la imagen), obispo de Buenos Aires.
A ver si nos entendemos: como Juan Pablo II pienso que los judíos son nuestros hermanos mayores en la fe. Pero San Karol Wojtyla hablaba de los judíos, no de los sionistas, que es otra cosa. El judaísmo es una religión, el sionismo es un movimiento político para mantener el Estado de Israel, algo bonísimo, en mi opinión, pero político, no religioso.
Asegura la Agencia Judía de Noticias que se conmemora la noche de los cristales rotos, una de las barrabasadas nazis contra todo aquel que no pensara como Adolf Hitler, por ejemplo los judíos, pero eso no es para ofrecerles la conmemoración a un grupo sionista y masónico, es decir, anticristiano, en la sede de la catedral metropolitana.
Y naturalmente se queja B'nai B'rith de que un grupo lefevrista interrumpió la celebración el pasado año. Hombre, no es que los lefevristas sean de mi agrado, pero es que nunca debió celebrarse tal aniversario en una catedral, a pocos metros del Sagrario. Eso se parece a una profanación y en tiempos de sacrilegio permanente, como los que vivimos, no parece muy inteligente dar pábulo a las profanaciones.
Eulogio López
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