Hemos hablado en Hispanidad sobre la jibarización de Sacyr, que se ha acelerado en los últimos trimestres -ha vendido Portugal, Aguas, Servicios…-, y parece que le ha sentado 'bien' a la compañía, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Hasta marzo, obtuvo un beneficio neto de 25 millones de euros, un 5,6%. 

Sacyr continúa con su estrategia hacia las concesiones de infraestructuras, que ahora mismo es la división que mayores alegrías le da. Precisamente, los activos concesionales ya aportan el 90,4% del resultado bruto de explotación (Ebitda) del grupo, que alcanzó los 339 millones de euros, un 14,7% más en el primer trimestre. Aunque los ingresos cayeron un 5,3%, hasta los 994 millones de euros.

Recordemos que al finalizar 2023 sufrió una reorganización. Desde la compañía lo llamaron simplificación, tras la venta de Valoriza Servicios Medioambientales y Sacyr Facilities, adoptó una estructura única de compañía con tres líneas de negocio: Concesiones, Ingeniería e Infraestructuras y Agua. Antes hablábamos de un holding con tres sociedades independientes. 

Pedro Sigüenza se quedó como director general de Concesiones, y Rafael Gómez del Río, al frente de Ingeniería e Infraestructuras. Por último, Eduardo Campos, antes a la cabeza de Sacyr Servicios, pasó a ser director general de Agua y Energía. 

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Todo lo que hay detrás es la venta y adelgazamiento de la empresa. A esta ‘integración vertical’ en Hispanidad preferimos llamarla jibarización. El Grupo ha pasado de constructora a concesionaria que tiene construcciones, que cada vez son menos. El problema de vender activos es que no se puede repetir la operación y supone, además, reducir el perímetro de la compañía. Este es el escenario que vive actualmente Sacyr.

Y volviendo a los resultados, los activos concesionales se vieron reforzados por las autopistas activadas de Rutas del Este (Paraguay), Ferrocarril Central (Uruguay) y varios tramos de Pamplona-Cúcuta (Colombia).

Por su lado, la división de Ingeniería e Infraestructuras creció un 10% en Ebitda y su cartera de proyectos aumentó un 21%, hasta los 9.113 millones de euros. Como comentamos, el 62% de esta cifra está vinculado a sus concesiones.

Respecto a su negocio de Agua, los ingresos ascendieron a 57 millones de euros, un 3% más, y el Ebitda de la división a 12 millones de euros, un 7% menos. Destacando la adjudicación de la operación de la planta desalinizadora de Alicante y el inicio de la la operación y mantenimiento de la desaladora de Carboneras (Almería).

Uno de los principales problemas de Sacyr siempre ha sido la deuda. Uno de los principales objetivos de su Plan Estratégico 2021-2025 era la drástica reducción de la deuda neta con recurso. Si bien en los pasados ejercicios la deuda se redujo, no por el aumento de ingresos o beneficios, sino por la venta de distintas áreas de negocio, este trimestre en el que no ha habido ventas, Sacyr ha vuelto a las andadas y la deuda ha crecido un 5%, alcanzando los 6.737 millones de euros.

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Pero lo más importante ahora mismo en Sacyr no son tanto sus resultados como el proceso de jibarización del que hablábamos más arriba. El primer accionista de Sacyr es la petrolera Disa, del empresario Demetrio Carceller, con un 14,59%; Goldmand Sachs Group (banco de inversión), con el 7,81%; José Manuel Loureda Mantiñán (uno de los fundadores de Sacyr y ex presidente de la compañía), con el 7,34%; Prilou (sociedad de Loureda Mantiñán) (7,2%); el Grupo Fuertes (conglomerado murciano propietario de El Pozo) el 6,458% del total; Nortia Capital (del empresario Manuel Lao, ex propietario de Cirsa) con el 5,11%); Beta Asociados (José del Pilar Moreno Carretero, constructor murciano que llegó a ser el mayor accionista de Sacyr en 2018) con el 5%; Rubric Capital (fondo estadounidense), con el 4,43%; y Dws Investment Gmbh (Deutsche Bank) con el 3,39%.

Pero la empresa la preside Manuel Manrique, aunque quienes tienen la sartén por el mango son Carceller y Loureda, que tienen sobre la mesa la jubilación de Manrique -que ya tiene 68 años- y que, todo apunta a que será dentro de dos años, cuando cumpla los 70. El rumor es que en estos dos años se fichará un nuevo Consejero Delegado que será quien le suceda, aunque a este punto se sigue sin llegar.

El sustituto tendrá que gestionar una compañía que no sabemos cómo será de delgada si la venta de activos de Manrique continúa. ¿Qué dejará Manrique a su sucesor? Por este camino, una concesionaria en el esqueleto y con los días contados para su venta o fusión con una compañía con futuro. En cualquier caso, a día de hoy, Carceller no se marchará de Sacyr.