La abstención de Carlos Salvador consagra el divorcio
Se consagra el divorcio. La tensión ha sido máxima en los últimos días. UPN ha recordado a sus diputados que el órgano ejecutivo de UPN acordó abstenerse en los presupuestos. Cierto. Pero dos matices. El primero, las formas. La comunicación del partido con sus diputados se ha realizado por correo electrónico. Y cuando Sanz se tira a la piscina anunciando que UPN no descartaba abstenerse, ni siquiera habló telefónicamente con sus diputados. Así que se encontró con la sorpresa de que uno de ellos, Santiago Cervera, el más pepero, saliera en los pasillos diciendo que él votaría con el PP. Un poco de formas. Los diputados no son correas de transmisión de las maquinarias políticas. Son personas con criterio.
Segundo matiz. Los dos diputados de UPN en el Congreso, Santiago Cervera y Carlos Salvador, se abstuvieron en el Comité Ejecutivo en el que se tomó esa decisión. Por cierto, con votación a mano alzada. Por si acaso, alguno se escapa de la disciplina Sanz.
Pero la división ya se ha formalizado. Sanz insiste en que ha cumplido escrupulosamente el pacto que él mismo retocó en 2007 precisamente para este momento. Es más que discutible. Lo que está claro es que es el propio Sanz quien lo ha roto. Le interesa. En su cálculo -esta vez ya explícito- el PP no sacaría más de dos o tres diputados forales. En las generales, podría llegarse a un acuerdo de lista conjunta como existía antes del pacto. Y dos o tres diputados forales no son suficientes como para quitarle la presidencia y el acuerdo con el PSN. Ese es su cálculo.
En Génova están irritados porque se haya consumado la ruptura. Así que ya están empezando a trabajar por refundar el PP. No les será difícil en las grandes ciudades donde ya existe suficiente estructura. Mucho más difícil en los pueblos. ¿Con quién? De momento, Jaime Ignacio del Burgo ya se ha ofrecido a los de Génova. Pero -con todos los respetos- Del Burgo es más pasado que futuro. ¿Hay alguien más? Está Santiago Cervera, el díscolo. ¿Suficiente para ponerse a picar piedra desde cero?