Sr. Director:
Hay un principio prioritario, irrenunciable e innegociable para la Iglesia católica dentro y fuera de España, del que jamás ella podrá abdicar y claudicar, frente a partidos del signo que sean, ideologías, halagos, promesas, ataques o persecuciones en que se vea envuelta para doblegarla, y que no es otro, como los políticos saben bien, que la defensa a ultranza, del derecho a la vida humana desde su concepción a su muerte.
Sabido es que la Iglesia católica no es ni será un partido político, ni le mueven intereses espurios de poder, de dinero o bienestar; sino poder realizar su misión evangelizadora y trascendente en libertad, buscando el bien de las personas, las más pobres y necesitadas para el bien común.
Más de 20 siglos de Historia, entre luces y sombras, avalan esta trayectoria de la Iglesia-institución divina y humana -en cumplimiento de la voluntad de su fundador Jesucristo-. Ella ha sido y sigue siendo la instancia relevante y la conciencia moral de gran parte de la humanidad.
No sería bueno que ante el Congreso del PP, no se dialogue, ni se saque a la luz pública cuál es la postura de este partido, en el tema del aborto.
Luz y taquígrafos y las cartas boca arriba, sin silencios cómplices. Los votantes católicos tienen todo el derecho del mundo a conocer la postura del PP en este tema innegociable para la Iglesia católica.
Miguel Rivilla San Martín
miriv@arrakis.es