Es más, Rubalcaba quiere ambos cargos para él, a ser posible ahora mismo. Y además, está claro que Zapatero no ha renunciado a nada.
El domingo, Bono destapó sus esencias mitineras, arremetiendo contra Rajoy. ¿Es esto normal? Normal es lo que se atiene a la norma, pero lo normal es que un presidente del Congreso, figura de partido pero, ante todo, institucional, no se entrometa en unas elecciones autonómicas y municipales y opte por una imagen pública más modesta, como corresponde a quien le es exigible al menos una apariencia de imparcialidad en el Congreso.
Esa ha sido la tónica del popular Federico Trillo o del socialista, Manuel Marín, que ahora don José hace estallar en mil pedazos. Desconozco los resultados pero, por el momento, no me gusta mucho.
Eulogio López
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