Que una empresa intente reducir el salario de sus trabajadores para no tener que despedir y que los trabajadores lo acepten está bien. Sobre todo, si no se trata de reducir salarios sino ventajas sociales como vales de comida, etc.
UNEDISA, editora de El Mundo ha hecho justamente eso. Y no sería malo… si no fuera porque lleva haciéndolo demasiado tiempo, hasta convertir lo transitorio en permanente.
Ahora bien, esa fórmula no puede convertirse en un permanente reparto de la miseria. Oiga, si una empresa no tiene ingresos suficientes no puede vivir de una permanente reducción de los gastos, habrá que aumentar la facturación. Y si no, pues no es viable.
Pero sobre todo, lo que no puede ser es que todas las empresas estén despidiendo trabajadores mientras el Gobierno no reduce los impuestos laborales (la reducción de la ley de emprendedores es mínima). UNEDISA reduce salarios a sus trabajadores pero no puede reducir los impuestos que paga por ellos…salvo pagándoles menos.
En definitiva, por mor de una sociedad envejecida los trabajadores cobran menos o son despedidos pero no se pueden reducir los impuestos laborales que destruyen el empleo y crean economías sumergidas porque hay que pagar las pensiones.
Hay que romper el círculo vicioso. Por dos vías: a corto plazo, reducir las cuotas sociales y cambiarlas por IVA (ya tenía que haberlo hecho Rajoy nada más llegar al poder). A largo plazo, incentivando la maternidad con un salario maternal como prestación ineludible del Estado: que toda pareja cobre un salario por el gran esfuerzo de tener un hijo.
Eulogio López
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