Crece la sensación de que el PNV podría apoyar los presupuestos de Salgado El PNV ha perdido el poder, pero no se ha echado al monte. Dos son las razones. La primera, la más conocida, el mantenimiento de la Diputación de Álava. El PSE ha renunciado a plantear su renovación tal y como había acordado con el PP. Y Basagoiti asegura que no van a romper la baraja. O sea, que aceptan pulpo como animal de compañía. La segunda razón para el apaciguamiento del PNV es menos conocido, pero probablemente más importante: el Gobierno de Patxi López ha permitido mantener las poltronas del PNV en los entramados empresariales e industriales del Gobierno vasco. Y eso significa gente colocada y poder. PNV SA sigue operando.
Todo esto se enmarca en un clima de entendimiento entre el PNV y el PSOE. Un clima que incluso podría llevar a que los nacionalistas vascos aprobasen las cuentas del Estado. De esta manera se recuperaría la doctrina del cordón sanitario. Es decir, al PP ni agua. Y Basagoiti se quedaría compuesta y sin novia.