- Y si continúa como ministro es porque Rajoy se niega a hacer cambios en el Gobierno.
- En el último decreto del año, mantiene los costes extrapeninsulares como déficit de tarifa.
- Y lo que es peor: no ha reducido las subvenciones a las renovables pero endurece el mecanismo inspector. Como si eso fuera a servir para algo.
- Tras el fraude de su reforma fiscal, la salida de Fernando Marti y la entrada de Alberto Nadal certifica que ya no tiene nada que decir en Energía: el que manda es Montoro.
Ha sido la última chapuza del ministro de Energía, José Manuel Soria: en contra de lo que había prometido, los costes extrapeninsulares, es decir, el coste de llevar la energía a Baleares y Canarias, no se trasfieren a los Presupuestos Generales de Estado.
Hablamos de 1.217 millones de euros. Esto es, que el déficit de tarifa, el principal objetivo de la fallida reforma energética, tampoco disminuirá por ese lado.
Y lo que es más importante: tras haberse acobardado y no haber plantado cara a la energía verde, especialmente a la Triple A (Abengoa, Acciona y ACS), con una reducción de las subvenciones, Soria intenta salvar lo salvable. Ha introducido de rondón una serie de medidas que endurecen las condiciones para acceder a las primas: no se pierdan el capítulo octavo del decreto, no tiene desperdicio.
Otrosí. Para despedir el año Soria decide congelar el precio de la bombona de butano. Era esta una de las manías personales de la actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella, durante los ocho años que vivió en Moncloa como presidenta-consorte: no se podía elevar el precio del butano porque atentaba contra las clases más desfavorecidas. Una afirmación, cuando menos, discutible. Pues bien, la patronal del gas licuado, AOGLP, ya ha respondido. Especialmente porque, gracias a la reforma Soria –pergeñada por Montoro, lo que vamos a vivir es un aumento vertiginoso de la tarifa de la luz a lo largo de 2013. Y este sí es un problema.
José Manuel Soria está a la defensiva, y su última, y al parecer definitiva, cesión frente a su enemigo, el titular de Hacienda Cristóbal Montoro le pone en situación límite. Tras la salida del secretario de Estado de Energía, Fernando Marti, Soria se ha quedado solo. Ha dejado caer a su secretario de Estado, una cesión lamentable de Soria ante las eléctricas, las renovables y el embajador norteamericano, Alan Solomont. Y con la sustitución de Marti por Alberto Nadal, hombre próximo a Montoro, ya sabemos que, al menos en Energía, Soria manda menos que un gitano en un juzgado.
En Comercio, poco puede hacer el ministro para relegar al hombre de FAES, Jaime García Legaz, y en Telecomunicaciones no hace falta mandar porque no se ha hecho nada. Al parecer, el poder real del nominalmente macroministro Soria se reduce a Turismo.
¿Que es lo que salva a Soria Que Mariano Rajoy es reacio a los cambios en el Gabinete y más en los momentos que corren. Y eso que motivos para cambiar, haylos. El ministro Soria está para partido de homenaje, pero sigue en el cargo.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com