Sorprendentemente nominada a ocho Oscars, El lado bueno de las cosas es una comedia dramática bien resuelta pero no "para tirar cohetes".
Chico con problemas se hace amigo de chica rara y, poco a poco, se enamoran. O lo que es lo mismo, Pat es testigo de la infidelidad de su mujer, ataca a su amante y, tras ser ingresado en un sanatorio mental, es diagnosticado como bipolar. Tras su alta y el regreso a la casa de sus padres decide reconquistar a su esposa ayudado por Tiffany, la hermana de una amiga. Esta, una joven viuda, se presta a ayudarle siempre que sea su pareja en un concurso de baile que exige unos duros entrenamientos.
Las patologías mentales, mezcladas con relaciones sentimentales, han dado lugar a algunas comedias realmente brillantes como Mejor…imposible. En el caso de El lado bueno de las cosas lo más destacado son los diálogos entre la pareja protagonista: dos personas muy complicadas que no tienen filtro… Pero, aunque ingeniosos, a veces esos diálogos son demasiado extensos dando lugar a una innecesaria verborrea. Igualmente se presentan como graciosos ciertos comportamientos cuestionables como la ninfomanía con la que la viuda se ha consolado de su pérdida…
Por todo ello, esta comedia dramática de David Russell está claramente sobrevalorada aunque cuenta con un simpático desenlace y una excelente actuación de la joven actriz Jennifer Lawrence.
Para: Los que vean todas las películas nominadas a los Oscar sin excepción