Un partido con aspiraciones de Gobierno no puede dejar de escuchar a la calle

 

Los convocantes de la marcha del 7M lo tienen claro: exigen un pronunciamiento alto y claro del PP en el sentido de que derogará la Ley Aído si llega al Gobierno. Gallardón dijo que derogarían algunos aspectos de la ley. Sánchez Camacho fue más allá y asumió ese compromiso. Pero quien tiene verdadera capacidad de asumir ese compromiso es Rajoy que se refugia en el Constitucional. La misma estrategia seguida con el 'matrimonio' homosexual. Ya no cuela. Más allá de lo que resuelva el Alto tribunal, el PP puede asumir el compromiso de dar marcha atrás. O no, que diría el gallego. Pero si no lo hace, debe de saber que un partido con aspiraciones de Gobierno no puede gobernar de espaldas a la calle. Y la calle habló alto y claro el pasado 7M.