El Eclesiastés, habla de un número infinito de tontos; el por mí admirado y llorado don Jaime Campmany, (que en paz descanse) tiene recogidos más de quinientas clases de tontos y en uno de sus magistrales artículos dice que el tonto del pijo es de los más peligrosos, en Albacete y Murcia, suelen llamar así a los tontos que
consideran peligrosos, para otras clases de tontos suelen llamarlos "tontolaba".
A pesar de mi admiración por don Jaime, en esto lamento no estar de acuerdo con él, pues es de mi parecer, que el tonto más peligroso, es el tonto con balcones a la calle, quiero recordar que esta clase de tontos la registró en su día el maestro don Antonio Burgos.
El tonto con balcones a la calle es el más peligroso porque dispone de prensa, radio y televisión, que usa como púlpitos desde los que lanza sus tonterías, que son recogidas por otros más tontos que él, pero que no son tan peligrosos por no disponer de medios de comunicación, ni de ideas propias, aun cuando estas sean tonterías.
Si usted, lector amigo, por invitación, o por razones de su cargo, es recibido por Su Majestad el Rey, ¿se presenta a esta cita sin corbata, un tanto despechugado y, a la vez que le tiende la mano a Su Majestad le dice "¿te parece que nos tratemos de tu?"? Seguro que no, porque eso sería una solemne tontería que solo demostraría su falta de
respeto y mala educación, ¿recuerda usted que político cometió tamaña tontería? ¡Sí señor!
El mismo que viste y calza, es usted muy sagaz, pero por desgracia para nosotros, en el suelo patrio no es este el único tonto con balcones a la calle, hay muchos. En Madrid tenemos uno que una de sus perlas es esta: "Madrid es de izquierdas" y Esperanza Aguirre le daba unos revolcones de padre y muy señor mío (revolcones electorales y dialécticos, no vaya usted a pensar mal) esa perla demuestra que no conoce a los madrileños; la mayoría de los madrileños, no votamos izquierda, ni derecha, sino honradez y capacidad para gestionar el dinero de nuestros impuestos, la prueba está en los presidentes anteriores a doña Esperanza, el señor Leguina,
por ejemplo, del PSOE, fue un buen presidente y es un caballero ejemplar.
Hay un líder sindicalista que es dueño de dos áticos de protección oficial en una muy buena zona de Madrid, le gustan los cruceros por el Báltico y pasar sus vacaciones en las islas portuguesas. Otro líder también sindicalista gusta de comer un día sí y otro no en el hotel Villamagna, posiblemente el más caro de Madrid, este señor es aficionado a coleccionar relojes de lujo como Rolex, Raymond Weil y Maurice Lacroix por ejemplo, de 6 mil euros unidad. Sí señor, lleva usted razón al pensar que eso no es de tontos, eso es de ser unos listos, el ser tontos con balcones a la calle no es incompatible con ser un ¡listo!
¿Cómo llamaremos a los que se fían de esta tropa? Quizá usted piense que yo soy de derechas, porque los tontos con balcones a la calle que he referido, son de izquierdas, pero eso no es así, a los tontos de la derecha, que también los hay, les tocará en otra ocasión, y a los que no somos de derechas, ni de izquierdas, ni de centro, ni de todo lo contrario, digo yo, que bastará con este escrito, pero hay que tener en cuenta, que mi balconcito es muy pequeño.
Juan Escribano Valero