Noticias Globales cuenta en su último informe la mentira de Tabaré Vázquez, el presidente uruguayo que se está convirtiendo en otro prodigio de demagogia. En principio, Vázquez defiende la vida del no nacido, pero eso sólo es porque los defensores de la vida han logrado que en esta era abortista, el aborto no se considere algo normal. El asesinato del más débil sigue oliendo mal, no ha adquirido el carácter de normalidad, es decir, de lo que se atiene a una norma. Y esto es más importante de lo que pueda parecer. Así, los políticos se ven obligados a recurrir a todo tipo de eufemismos, en especial en el mundo hispanoamericano, que, a pesar de los pesares, sigue poseyendo la impronta de la evangelización española. Esa impronta, que España ha perdido, se deja ver en un irrefrenable instinto, más que intento, de coherencia entre lo que se cree y lo que se piensa, dice y hace. Por eso, Tabaré Vázquez, mucho más elegante en sus formas que Hugo Chávez, Néstor Kirchner o Evo Morales, pero igualmente populista y demagogo, juega con las palabras para introducir el aborto en la práctica y continuar negándolo en teoría.
Ahora se ha abierto la era de la manipulación de embriones, la nueva barbaridad que se añade al aborto. Los mercaderes de la muerte han permitido que tamaña barbaridad suele puede venderse a la mayoría como lo contrario de lo que realmente es: un canto a la vida, una obra filantrópica para curar enfermedades, todo ello vendido en un curioso envoltorio de medias verdades mentiras enteras.
En cualquier caso, Tabaré Vázquez es un magnífico ejemplo de estas estratagemas para vender todo aquello que atenta contra la vida. Lo cuenta, cómo no, Noticias Globales.