El PNV ha elaborado un documento en el que explica su postura favorable al "Sí" en el próximo referéndum de la Constitución Europea. Recomendamos la lectura del comienzo de su exposición de motivos, clarificadora de lo que está pasando en los territorios forales. No se lo pierdan: 

"Los vascos constituimos uno de los pueblos más antiguos de Europa. Instalados a ambos lados del Bidasoa y de los Pirineos Occidentales desde la época a la que se remontan los primeros asentamientos humanos de la zona, nos situamos en la actualidad a caballo entre dos Estados europeos y aún hablamos la lengua que constituye el único testimonio vivo de la prehistoria europea. Desde la humildad que imponía su exigüidad demográfica, pero con toda la fuerza que
resultaba de su carácter laborioso y tenaz, nuestros antepasados han
contribuido durante siglos a través de la navegación, la industria, el
comercio, el arte, la ciencia y el pensamiento a conformar la identidad
cultural, el acervo espiritual y la voluntad de ser del continente europeo
".

Al parecer, la exigüidad demográfica da para mucho, si uno cuenta con las virtudes de la laboriosidad y la tenacidad en grado heroico. Lo del euskera como único testimonio vivo de la prehistoria europea tiene su punto porque los lingüistas sospechan que el vasco no es más que el lenguaje de los antiguos íberos, quizás llegados desde el continente africano. Es cierto que el PNV no cuenta todavía con la virtud de la modestia, pero se supone que el Plan Ibarretxe considera que este es un objetivo futuro y no prioritario en el actual momento político.

Quien sea capaz de entender el lenguaje del precitado párrafo, pongamos un 99% de la humanidad, tampoco será capaz de comprender el llamado problema vasco. Es más, se diría que lo vasco es, al menos si nos ceñimos al discurso del PNV, un problema, un problema laborioso y tenaz.

Quienes no hacen más que hablar de este problema deberían reparar que cuanto más se habla de él, más se amplía el problema, y que lo mejor que se puede hacer con la vanidad enloquecida es no prestarle demasiada atención.

Luis Losada Pescador y Eulogio López