Hace unos 40 años, el Gobierno español lanzó una campaña para concienciar a la población de la importancia de preservar nuestros bosques; el lema era "cuando un monte se quema, algo tuyo se quema".
Algún grafista, tan humorista como falto de sentido común, completó el lema con "...algo tuyo se quema, señor conde", en clara alusión a la alta titularidad privada de la masa forestal española.
Sea privado o público, el incendio de un bosque perjudica a toda la sociedad, y por fortuna -aunque siga habiendo incendios- ha crecido en la población esa certeza.
Por otro lado, la quema de bosques humanos crece día a día en España, y curiosamente -trágicamente-, cuando hace 40 años la casi totalidad de los españoles veía el aborto provocado como lo que es, una tragedia, hoy, ante la deshumanizada ley del "derecho a abortar", gran cantidad de ciudadanos se limita a pensar: "Yo no lo haría, allá cada cual", sin caer en la cuenta de que ese "derecho" afecta negativamente al cuerpo social lo mismo -al menos- que el incendio del monte, aunque fuera del señor conde...
Amparo Tos Boix