Se ha cumplido un año y medio del rescate parcial del sistema financiero español.
El 9 de junio de 2012 el ministro De Guindos anunciaba que Bruselas concedía un crédito a nuestro país de 100.000 millones para sanear nuestro sistema financiero.
De momento solo se han utilizado 40.000 millones y es preferible que esa cantidad no aumente. El rescate parcial es uno de los éxitos del Gobierno Rajoy.
Fue un éxito evitar un rescate completo de nuestra economía, como el de Grecia, Irlanda o Portugal. Hubiera sido casi imposible y hubiera implicado muchos más sacrificios. Un año después, y tras los titubeos iniciales, nuestro sistema de cajas de ahorro está en la senda del saneamiento.
La prima de riesgo ha bajado niveles insospechados y se compra deuda española con rentabilidades normales. Se ha vuelto a confiar en nuestro país. Pero sería un error pensar que ya está todo hecho. Sobre todo porque la tasa de paro alcanza el 27 por ciento. Sería un error dejarse llevar en este momento por la fatiga que provocan las reformas.
La tarea de reducir el déficit no se ha contemplado. Y no sería conveniente resolverla sólo a través de los ingresos. Otra subida de impuestos puede abortar la recuperación. Mejor sería reducir la carga fiscal y eliminar gastos, que no tienen por qué ser sociales. Todavía hay muchas disfunciones que corregir en la Administración.
José Morales Martín