Era de esperar. Cuando el presidente del BBVA, Francisco Gonzalez despide a su segundo, el consejero delegado José Ignacio Goirigolzarri, el nacionalismo vasco se revuelve. Goiri era el nexo de unión que le quedaba al BBVA con el PNV, pues procede de una familia nacionalista aunque moderada.
El reportaje publicado en el martes en Deia, órgano oficial del PNV, no tiene desperdicio. A saber: Diez años después de la fusión el banco vasco, bajo el control de Francisco González, ha perdido el liderazgo de la banca. En 1999, BBVA valía en Bolsa 3.900 millones más que el Santander; hoy, 43.100 menos.
Y el asunto no acaba ahí, porque el temor de los nacionalistas consiste en que FG traslade la sede social del Bilbao Vizcaya Argentaria a Madrid. No sólo es un problema fiscal.