La situación en Argentina comienza a ser explosiva. Mientras el futbolista Cáceres continúa en coma, la violencia continúa en las calles argentinas. Los ciudadanos se vuelven contra el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, por no hacer frente a la mezcla de violencia y corrupción policial.
La última víctima mortal fue un heladero Gustavo Guiche, de 37 años, al que dispararon mientras hacía su reparto. El diario Clarín cuenta que la esposa prometió tomarse la justicia por su mano: "Así como ellos (los delincuentes) impunemente consiguen un arma, yo también la voy a conseguir y voy a hacer una masacre", dijo, y calificó a la Cristina Fernández de Kirchner como "una basura, una hiena y una lacra humana como esos que le dispararon a mi marido".
Hasta el momento, la estrategia de los Kirchner es esperar a que acabe su mandato para vivir un retiro dorado. Mientras, disfrutan de un anticipo en la cumbre de Estoril, donde se reúnen los presidentes hispanoamericanos.