- El ministro Guindos sólo renunciaría al triunfo de Bankia si el Santander cambia de actitud.
- Pero, por el momento, Ana Botín sigue pendiente de Unicaja y del Sabadell.
- Y Nacho Sánchez-Asiaín ya estudia el encaje de la red de Popular con la de Bankia.
- Pero FG ya venció en Catalunya Caixa, sin necesidad de apoyos públicos.
- El problema es que nadie atiende a la red de sucursales, desanimada y desesperada.
- Miguel Ángel Moral pierde comba, al igual que Francisco Sancha, ante Miguel Escrig.
- Y, por supuesto, la Sindicatura no logra recomponerse. No hay sustituto para Aparicio Valls, que ha tirado la toalla.
En el
Banco Popular tenemos de todo, incluso filtraciones del más diverso pelaje. Lo único que nos falta es alguien que quiera sanear el Popular y mantener su independencia… que justamente es lo que han dicho todos: reguladores, políticos, banqueros, directivos del Popular, etc.
No tiene ningún mérito a estas alturas decir que desde la salida de
Ángel Ron y la entrada de
Emilio Saracho alguien se haya planteado en serio el saneamiento del banco. La última solución no era la fusión:
era la primera. Pero no se dijo eso.
Y el ministro
Luis de Guindos parece haber aceptado la situación y se ha sumado a la puja. Su favorito, como ya hemos informado, es
Bankia que resulta, además, la que
mayor lógica industrial posee.
Pero sí cedería en el caso de lograr convencer al Santander, el del espléndido aislamiento.
Santander no ha comprado ni una sola entidad durante toda la crisis y ahora le tocaría al Popular. Sólo que
Ana Botín sigue pensando en Unicaja y en el
Sabadell.
Dicho esto, no olviden a FG. El
BBVA, sin necesidad de
apoyos públicos, es más contra la animadversión del ministro Guindos, le quitó
Catalunya Caixa al Santander porque hizo la mejor oferta, y el dinero tiene un
cierto valor en esto de las pujas financieras.
Y tras la bandera blanca de
Francisco Aparicio Valls para coordinar la Sindicatura, (principal accionista con un 9% del capital), lo cierto es que la Sindicatura ha muerto y
Saracho se aprovecha de ello.
Más. El problema principal del
Popular es que nadie se preocupa de la red. El objetivo clásico de esa red es conseguir
3.000 millones de euros en crédito por mes. Ahora está
muy por debajo de la mitad. Nadie se ocupa de ello y el Ceo
Sánchez-Asiaín está ya trabajando en ver cómo la red del
Popular encaja con la de
Bankia. Si el ganador fuera
FG, Asiaín se arriesga a un segundo despido: ya le echó de forma desabrida del
BBVA, en uno de los más grandes errores del presidente del BBVA.
De puertas adentro, desánimo.
Paco Sancha, el histórico del Popular no pinta en el equipo de
Saracho. Manda el telefónico
Miguel Escrig y cae en picado la estrella emergente de los últimos tiempos:
Miguel Ángel Moral, llegado desde Catalunya Caixa (CX).
¿Y lo de salvar el Popular?
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com