- La canciller alemana recordó a Reino Unido que no podría haber negociaciones basadas en quedarse con lo que más les conviene y desechar lo que no les gusta.
- Donald Tusk: la UE está "unida" y preparada para negociar el Brexit.
- Hollande insta a May a iniciar "cuanto antes" el proceso de ruptura con la UE.
- Y Rajoy subraya que la idea es mantener con ese país una relación "lo más intensa posible".
La primera ministra británica,
Theresa May, confirmó ayer martes que el Reino Unido abandonará el mercado único europeo, aunque intentará negociar un acuerdo comercial "lo más amplio posible" con la
Unión Europea (UE). En un discurso en Londres, afirmó que la permanencia en el mercado único significaría en la práctica que este país no sale de la UE, como se votó en el referéndum del pasado 23 de junio, porque aún estaría sometido a la legislación europea.
Ahora bien, la postura de la UE no ha sido condescendiente precisamente tras el referéndum. De hecho, antes del discurso de May, la canciller alemana
Angela Merkel ya había avisado al Reino Unido que "La UE debe considerar limitar el acceso de Gran Bretaña a su mercado único si Londres no acepta las cuatro libertades del bloque en las negociaciones sobre el Brexit".
Y añadió que no podría haber negociaciones basadas en quedarse con lo que más conviene y desechar lo que no conviene, según recogió
Reuters.
May insistió en que intentará conseguir "un acuerdo ambicioso de comercio libre" con los Veintisiete y "máximo acceso al mercado único en base totalmente recíproca", aunque remarcó que prefiere acabar sin pacto que aceptar uno que perjudique los intereses del país.
Señaló también que quiere salir de la unión aduanera, porque continuar en ella "impediría firmar acuerdos comerciales" con otros países fuera de la UE, pero que querría conservar acuerdos concretos de ausencia de tarifas para sectores y mercados específicos.
La primera ministra abogó por un acuerdo "transitorio" entre Londres y Bruselas que permita aplicar de forma ordenada el nuevo marco resultante de la negociación del
Brexit. Aceptó que el Reino Unido probablemente tenga que continuar haciendo contribuciones a la UE una vez abandone el bloque, dependiendo del acuerdo que se negocie, pero que estas serán "relativamente pequeñas" comparadas con las que hace actualmente.
May subrayó que Reino Unido controlará el número de inmigrantes que entran en el país una vez que Londres se retire del bloque europeo, y señaló que quiere garantizar los derechos de los comunitarios que viven en Reino Unido y los de los británicos que residen en el continente "lo antes posible".
Subrayó que su país quiere recibir a los ciudadanos extranjeros más cualificados y a visitantes, pero recalcó que el referéndum fue un voto a favor de que Reino Unido asuma el control de la inmigración. May prometió que el acuerdo final con Bruselas será sometido al voto del Parlamento británico.
Ahora bien, ¿qué reacciones ha habido al discurso de may?
El líder de la oposición laborista,
Jeremy Corbyn, acusó a la primera ministra de querer convertir Reino Unido en un "paraíso fiscal a orillas de Europa" y le pidió mayor claridad sobre su estrategia ante el Brexit.
Por su parte, la ministra principal de Escocia,
Nicola Sturgeon, afirmó que el plan del Gobierno británico de abandonar el mercado único acerca la posibilidad de convocar un nuevo referéndum para que
Escocia elija un "futuro distinto" al de Reino Unido.
Desde Bruselas, el presidente de la Comisión Europea,
Jean-Claude Juncker, cree que el discurso de May deja "las cosas claras" y espera que ahora Londres active el proceso para pactar la salida de la Unión Europea. El presidente del Consejo Europeo,
Donald Tusk, valoró el anuncio "más realista" realizado por la primera ministra británica y reiteró que la UE está "unida" y preparada para negociar el proceso.
Bruselas, sin embargo, ha eludido valorar en detalle las líneas de negociación expuestas por la mandataria británica, porque se reserva sus "reacciones" a "posiciones o peticiones" de
Reino Unido para cuando el proceso comience formalmente.
El presidente de Francia,
François Hollande, instó a May a iniciar "cuanto antes" el proceso de ruptura con la Unión Europea, para el que todavía no existe un calendario cerrado.
Por su parte, el presidente del Gobierno español,
Mariano Rajoy, advirtió ayer de que "no se pueden disociar" las cuatro libertades que conllevan la pertenencia a la UE. Es decir, personas, capitales, mercancías y servicios. En la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes,
Rajoy recordó que los estados de la UE empezarán a negociar con Reino Unido cuando los británicos "digan formalmente" ante Bruselas que quieren dejar la Unión, aunque subrayó que la idea es mantener con ese país una relación "lo más intensa posible".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com