Según informa Público.es, 2019 cerrará como el año más violento de la década en la Costa del Sol. Sólo desde finales del pasado mes de octubre, ya se han producido cuatro ajustes de cuentas. Los 23 asesinatos registrados en lo que va de año -entre los que se encuentran los de sicarios- ya superan a los 21 contabilizados en 2018, cuando también se marcó otro hito negro.

El balance de criminalidad publicado por el ministerio del Interior llama también la atención hacia otra práctica seguida por el crimen organizado, esto es, los secuestros, que de enero a septiembre aumentaron en más de un 33%, con ocho casos registrados. El fin de esta delincuencia organizada es siempre el mismo, el dinero, y para ello utiliza un amplio abanico de delitos, desde la trata o el blanqueo al contrabando, tráfico de armas y, muy especialmente, el tráfico de estupefacientes. No es casual que al norte de los Pirineos, Andalucía sea conocida como “el Pequeño Marruecos”, añade Público.

Desde la Fiscalía malagueña no ocultan su preocupación por esta escalada de violencia, no sólo en el número de casos sino, además, en la intensidad de los mismos. Aparece así lo que se conoce como el “narcoterrorismo”, es decir, el uso de explosivos para ejecutar asesinatos por encargo. De esta manera, en septiembre de 2018, los artificieros del TEDAX de la Policía Nacional detonaron un artefacto explosivo en la urbanización marbellí Alto de los Monteros, explica este mismo medio.

Desde la Fiscalía malagueña no ocultan su preocupación por esta escalada de violencia, no sólo en el número de casos sino, además, en la intensidad de los mismos

Mariló Valencia, secretaria provincial del Sindicato Unificado de Policía (SUP) de Málaga, explica que “ha aumentado el número de clanes, con más de 15 nacionalidades distintas y, además, el nivel de agresividad se ha incrementado mucho, hasta el punto de que los policías más veteranos aseguran que nunca habían visto nada parecido”. Así, el pasado 11 de diciembre era encontrado el cuerpo sin vida de un joven esloveno de 20 años acribillado con lo que parece ser un arma automática (metralleta o subfusil), en una zona escarpada del Peñón del Cura (Mijas), recoge también Público.

Operaciones como la llevada recientemente por la Policía Nacional en Marbella también evidencian el grado de militarización que están adquiriendo las organizaciones criminales. El pasado mes de julio, los agentes descubrieron un auténtico arsenal en un garaje alquilado por uno de los sospechosos a los que investigaban: un fusil Ak47, cinco subfusiles de asalto Skorpion, dos pistolas semiautomáticas, un revolver, cuatro granadas de mano, tres silenciadores y abundante munición. No es lo único hallado, también se intervino un total de 35 vehículos, en su mayoría de alta gama, dotados de dobles fondos con sistemas hidráulicos con los que es posible esconder droga y grandes cantidades de dinero con destino al resto de Europa, informa este mismo medio.

Marbella es un lugar privilegiado para las mafias. La secretaria provincial del SUP de Málaga expone algunos de los motivos para que esto suceda: “somos un sitio muy goloso para el crimen organizado porque no sólo se puede pasar inadvertido viviendo un alto tren de vida sino que, además, tienen a su alcance cualquier lujo que deseen”. Si a ello se suma el buen tiempo de la ciudad costera y su buena comunicación internacional por tierra, mar y aire el espacio se convierte en un lugar ideal para los entre 120-150 grupos criminales que operan en la región. Como guinda del pastel, la proximidad de Marruecos, desde donde llega el hachís y la cocaína y “Gibraltar (paraíso fiscal), donde las autoridades españolas no pueden ejercer todo el control que quisieran”, añade Público.