Como era de esperar, 2020 no ha sido un buen año para Atlantia por culpa del coronavirus y las restricciones de movilidad (incluidos los confinamientos) que ha conllevado. Y es que ha tenido unas pérdidas de 1.177 millones de euros en 2020, lejos de los 136 millones que ganó en 2019, debido al desplome del tráfico tanto en aeropuertos como autopistas, los dos negocios principales a los que se dedica.

El grupo italiano de infraestructuras y concesiones, que está controlado por los Benetton y es accionista mayoritario de Abertis (posee más del 50% del capital), ha tenido una cifra de negocios de 8.284 millones, lo que supone un descenso del 29% respecto a 2019. La división de autopistas ha aportado la mayor cifra (6.870 millones, un 26% menos), mientras la de aeropuertos se ha situado en 244 millones, con un desplome del 70%; y el resto de ingresos (procedentes del diseño y la operación de sistemas de peaje electrónico) han descendido un 24%, a 1.170 millones.

La deuda neta ha aumentado, pasando de 39.500 millones a 41.900 millones en un año

El resultado bruto de explotación (Ebitda) se ha situado en 3.701 millones, lo que supone una caída del 35% respecto al año anterior. Mientras, el resultado neto de explotación (Ebit) ha sido negativo en 485 millones, frente a los 1.666 millones positivos de 2019. Por su parte, la deuda neta ha aumentado, pasando de 39.500 millones a 41.900 millones en un año.

Paralelamente, el grupo que preside Fabio Cerchiai y tiene como CEO a Carlo Bertazzo ya ha rechazado tres ofertas del Estado italiano -a través de la sociedad pública Caja Depósitos y Préstamos (CDP)- junto a los fondos de inversión Blackstone y Macquarie por el 88,06% de su filial Autostrade per l’Italia (Aspi). Las dos primeras valoraban esta última en 8.500 millones y la tercera se ha elevado a 9.000 millones, pero siguen siendo inferiores a las expectativas de Atlantia, que valora Aspi en al menos 11.000 millones. Por ello, ha convocado una junta extraordinaria de accionistas el próximo 29 de marzo para estudiar una ampliación del plazo para salir de Aspi de cuatro meses, hasta el 31 de julio, plazo que en un principio se había fijado en el 31 de marzo.

Y al hablar de Atlantia es inevitable mirar a la familia Benetton, que controla el 30,2% a través de Edizione. Y ojo, porque en su holding de inversiones aún tiene pendiente nombrar un director ejecutivo, tarea que ya tenía hace meses, mientras su presidente, el veterano Gianni Mion, está cuestionado