Edizione es el holding familiar de los Benetton y tiene inversiones dispares (en infraestructuras, moda, restauración, telecos, seguros, bancarias, etc.). En junio de 2019, los representantes de las cuatro ramas familiares recuperaron al veterano Gianni Mion como presidente interino durante un año, pero el pasado julio decidieron que siguiera en el puesto tres años más, quedando pendiente nombrar un director ejecutivo. Ahora, casi cuatro meses después, esto se ha vuelto más necesario, sobre todo, porque Mion (76 años) ha sido cuestionado: tras el arresto domiciliario de Giovanni Castellucci, su nombre también ha salido en las investigaciones de la Fiscalía de Génova por el derrumbe del puente Morandi y la instalación de unas barreras que no cumplían los requisitos.

El holding familiar de los Benetton es dueño del 100% del grupo textil United Colors of Benetton; el 100% de la marca textil Sisley; el 30,2% de Atlantia (actual dueña de Abertis junto con ACS), que a su vez controla el 88% de Autostrade per l’Italia (Aspi) -que pasará a ser pública, pues la sociedad pública italiana Caja Depósitos y Préstamos (CDP), en alianza con los fondos Blackstone y Macquarie, ha presentado su oferta y espera respuesta-. A estas inversiones, se suma: el 50,1% de la compañía de restaurantes Autogrill; el 13,025% de la empresa de torres de telecomunicaciones Cellnex -donde no ha acudido a la última ampliación de capital, pero sigue siendo el principal accionista y por tanto, ocupa la silla de la presidencia, que ejerce Franco Bernabè; el 3% de la aseguradora italiana Generali o el 2,16% del banco de inversión italiano Mediobanca.

En la cúpula de Edizione, junto a Mion, se sientan los representantes de la segunda generación de las cuatro ramas familiares: Alessandro Benetton, Franca Bertagnin, Christian Benetton y Ermanno Boffa

La segunda generación de las cuatro ramas familiares de los Benetton ocupa sillas en la cúpula del holding, pero prefiere que otros se encarguen de gestionar el día a día. Tras la renovación que se produjo el pasado julio, junto a Mion se sientan: Alessandro BenettonFranca Bertagnin Benetton y Christian Benetton (hijos y por tanto representantes de tres de los cuatro socios fundadores (Luciano, Giuliana y el fallecido Carlo); Ermanno Boffa, esposo de Sabrina Benetton, (representando a la rama del fallecido Gilberto); Giovanni Ciserani, Claudio de Conto y Vittorio Pignatti-Morano Campori.

Entre los candidatos a director ejecutivo de Edizione han sonado ya algunos nombres. El de Angelos Papadimitriou se descartó cuando fue elegido co-CEO de Pirelli, según recogió Fashion Network. Ahora la cosa parece que está Luigi Ferraris, ex director ejecutivo de Terna (empresa de redes de transmisión de electricidad controlada por la pública italiana CDP), y Diego De Giorgi, un banquero de prestigio internacional ex de Goldman Sachs y que actualmente está en el directorio de Unicredit, según Corriere della Sera. Habrá que esperar a ver si los Benetton eligen pronto a uno o incluso si cesan a Mion y se quedan con los dos para las sillas de presidente y director ejecutivo...

Los últimos resultados de Atlantia no han sido buenos: pérdidas de 718 millones de euros, desplome del Ebitda (-51%) y caída de los ingresos en autopistas (-27%) y aeropuertos (-68%)

Paralelamente, Atlantia ha dado a conocer sus últimos resultados correspondientes a los nueve primeros meses... y no han sido buenos: pérdidas netas de 718 millones de euros, frente a los 1.038 millones que ganó hace un año, por la caída en el tráfico debido a la pandemia del Covid-19, en todos los países en los que opera y el Ebitda ha sido de 2.768 millones (-51%). Los ingresos del grupo italiano de concesiones e infraestructuras que tiene como CEO a Carlo Bertazzo han caído un 20%, hasta 6.223 millones, y dentro de estos, los de concesiones de autopistas han sido de 5.132 millones (-27%) y los de aeropuertos se han desplomado un 68%, a 202 millones, por la caída del tráfico de pasajeros. En relación a las autopistas conviene destacar que la caída del tráfico supuso un impacto de 692 millones en las italianas (de las que ahora perderá gran parte cuando Aspi, de la que posee el 88%, pase a ser pública), de 712 millones en Abertis y de 119 millones en el resto de autopistas internacionales.