Ferrovial nota la incertidumbre del Brexit en sus cuentas y eso que aún no se ha dado el divorcio en sí
“Nunca tantos deben tanto a tan pocos”. Más o menos fue lo que, en forma de una lección magistral y en unas pocas palabras, dijo Churchill sobre los aguerridos defensores de las costas británicas en la batalla de Inglaterra. O al menos, ha sido lo que transcendido a la historia de la humanidad. Y nunca tantos deben reprochar tanto a un político de segunda como fue David Cameron, que con la idea de pasar a la historia, lo hizo por la puerta de los burros, y no por la grande de la Enciclopedia Británica… que es lo que le hubiera gustado hacer.
Valiente barbaridad el referéndum del Brexit y valiente pregunta a plantear a un pueblo, que ha derivado en la mayor incertidumbre política y económica en el entorno europeo desde su fundación. Si preguntas a un niño si quiere más a papá o a mamá, puedes agradecer si tu hijo no te responde, porque si lo hace, en menudo lío te has metido. Y para lío, el efecto económico del divorcio del año.
Se han visto obligados a reconocer un deterioro de 774 millones en Servicios, colgando el cartel 'Se vende': Blackstone y KKR están interesados
En este sentido, que se lo digan a Ferrovial, que ha registrado una pérdida total durante el ejercicio 2018 de 448 millones de euros frente a los beneficios de 454 millones del periodo anterior. Todo ello derivado del ajuste que se ha visto forzado a realizar en el negocio de servicios que desarrolla en Reino Unido -Amey-, como consecuencia de la incertidumbre derivada de la evolución de aquel mercado. En total, se han visto forzados a reconocer un deterioro de 774 millones en dicho negocio, el cual ha dispuesto para la venta por las dificultades del mercado. En estas, Ferrovial Servicios empieza a suscitar interés, y tanto Blackstone como KKR han enseñado sus cartas ante la posibilidad de comprar la actividad del grupo o al menos, una porción del negocio. En total, su beneficio bruto de explotación ha quedado fijado en 484 millones de euros, un 6,2% menos.
Este ajuste en resultados no se ha podido compensar por los dividendos que percibe de sus principales inversiones por valor total de 623 millones, procedentes del aeropuerto de Heathrow y la autopista 407 ETR de Toronto. Si no se hubiera considerado todo el efecto del deterioro, el resultado habría sido de 460 millones, con un crecimiento del 8,6%.
La cifra de negocios asciende a 5.737 millones (+11,3%) por la diversificación de actividad a nivel internacional, donde se genera más del 77% del total
Analizando su actividad, y sin tomar en consideración la división de servicios, el crecimiento de su cifra de negocios fue del 11,3%, hasta un total de 5.737 millones, consecuencia de la diversificación de actividad a nivel internacional, considerando que más de un 77% de los ingresos proceden de fuera de nuestras fronteras. Sin tener en cuenta nuevamente dicha división, la actividad de construcción de Ferrovial se postula como la primera fuente de ingresos, con una facturación por valor de 5.193 millones, un crecimiento del 12,2% sobre la base de grandes proyectos que se desarrollan en EEUU. A este respecto esperemos que no se entere Trump y obligue a provisionar más secciones de negocio.
Desde el ámbito del balance, la deuda neta del grupo se eleva a 3.649 millones, 200 millones más que la cifra de cierre del ejercicio 2017, con una posición neta en caja de 1.236 millones, 100 millones menos. Por suerte, el grupo cuenta con una cartera de obras importante, por valor de 10.965 millones, en su gran mayoría (89%) de carácter internacional.
El presidente, Rafael del Pino, recibió en total 4,222 millones y el CEO, Íñigo Meirás, 3,505 millones, eso sí, ambos tuvieron unas retribuciones en metálico menores
En este escenario, se sigue proponiendo el pago de un dividendo flexible por valor de 0,74 euros por acción, tal y como ha realizado en los cinco ejercicios anteriores. La retribución al accionista pasa por un programa sobre la base de dos ampliaciones de capital liberadas tomando como referencia la cotización media de la acción entre el 30 de enero y el 5 de febrero.
Respecto a las remuneraciones de los consejeros, destacar:
- El presidente, Rafael del Pino, recibió en total 4,222 millones de euros: de estos, 3,018 millones fueron retribución en metálico (frente a los 4,055 millones del año anterior) y se sumaron 1,204 millones de beneficio bruto de las acciones o instrumentos financieros consolidados.
- El CEO, Íñigo Meirás, se llevó 3,595 millones: de estos, 2,391 millones en retribución en metálico (también menor a la de 2017, que fue de 3,32 millones) y como su jefe, sumó otros 1,204 millones de beneficio bruto de las acciones o instrumentos financieros consolidados.
- Los dos vicepresidentes, con categoría de externos, Santiago Bergareche y Joaquín Ayuso, recibieron 183.000 euros y 150.000 euros, respectivamente.
- Y entre el resto, subrayar a los hermanos del presidente, María del Pino y Joaquín del Pino, que cobraron 138.000 euros y 131.000, respectivamente.