El director y guionista James Mangold, para despedir de forma más que digna al personaje que ha encarnado su buen amigo Hugh Jackman, le ha preparado un relato que nada tiene que ver con lo que hemos visto anteriormente en la saga de X-Men. Así, tras 17 años, y nueve películas, Jackman se despide del personaje que le hizo famoso, Lobezno, en un filme en el que no está acompañado de sus amigos mutantes de largometrajes  anteriores. Argumentalmente es la más oscura de toda la saga X-Men, tiene cierto aire apocalíptico y más violencia explícita. Por ello podríamos afirmar que está especialmente pensada para esos admiradores que ya son adultos pero crecieron  viendo y leyendo comics de las peripecias de estos individuos diferentes. Un envejecido y alcoholizado Logan, que se ha convertido en el chófer de una limousine con los clientes más variopintos, se encarga de cuidar al nonagenario profesor Xabier en un miserable escondite de la frontera de México, tarea en la que le ayuda Caliban, ese mutante albino de tez pálida que goza de la capacidad para detectar y realizar un rastreo de otros congéneres. Esta etapa deprimente y sin salida se quebrará  cuando hace aparición en sus vidas una niña que esconde su propio secreto, y que está siendo perseguida por peligrosos individuos que quieren atraparla. Esta última interpretada por Dafne Keen. Les recuerdo que la línea argumental que enlaza todas las películas de esta saga es la crítica a la soberbia de los científicos, que quieren controlar las capacidades extraordinarias de los mutantes en su propio beneficio y a quienes les gusta experimentar con esos seres humanos. Aunque Mangold encontrará detractores por este nuevo enfoque, el mayor entusiasta de su trabajo es el propio Jackman quien ha manifestado que, de todas las películas que ha rodado encarnando al personaje de Lobezno, ésta es la que más le ha gustado. No obstante, y como ha declarado el propio director, lo más destacable de este filme es la reflexión que se deriva de la relación paterno-filial y las consecuencias del uso de la violencia, algo extrapolable al mundo real. Para: Los que hayan seguido toda la saga de X-Men compuesta de excelentes filmes (los primeros) y otros más mediocres Juana Samanes