• Al igual que en Gowex todo consistía en inflar ingresos ficticios y en periodificar.
  • La diferencia está en que al japonés Tanaka le pillaron y dimitió: no utilizó la justicia para permanecer.
¿Qué hacía Gowex? Contabilizar que el Ayuntamiento de Madrid les pagaba 10 cuando realmente les pagaba uno. Con eso conseguían unos ingresos más molones con lo que aseguraban su salida a bolsa y su permanencia en una cotización alta. Duró poco. Ahora, una empresa un poco más grande que Gowex, la japonesa de la informática Toshiba, ha hecho algo parecido. Su presidente, Hisao Tanaka (en la imagen), ha anunciado que se marchaba, en una rueda de prensa que ha terminado inclinándose ante los periodistas presentes, a los que seguramente el gesto habrá emocionado. Digo que Toshiba hacía lo mismo: exageraba los ingresos previstos con sus operaciones en espera de tiempos mejores (el defraudador siempre cuenta con arreglar el fraude en un futuro próximo y volver a la honradez). Además, en Toshiba también se empleó la variante, tan querida de Aristóbulo de Juan, el histórico director general de Inspección del Banco de España, de las periodificaciones. Es muy sencillo: se anticipan ingresos que todavía no son y se posponen gastos que ya son. Son los trucos más viejos del mundo, que creo que se practicarían en el pleoceno inferior. No, los defraudadores no tienen imaginación. Sí, hay divergencias en la reacción: a Hisao le pillaron y no se molestó en defenderse en los tribunales, demorando la solución del problema, pongamos unos 10 años. A mí, personalmente, me gustaría que los jueces no fueran tan garantistas y trabajaran más rápido. No hizo falta con Tanaka: dimitió, hizo una reverencia al populacho y se fue. Es lo suyo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com