Hay que acabar con los delitos de odio porque es la nueva censura progre que, encima, pueden suponer a hasta cuatro años de cárcel.

Ahora. los colectivos subvencionados de ideología de género y de feministas han conseguido que la fiscalía arremeta contra Rocío Monasterio, de la dirección de Vox. Por ahora, son diligencias, tras la denuncia de Teresa Rodríguez, la coordinadora general de Podemos en Andalucía. Según ella, Monasterio, que recogía las denuncias de un grupo de vecinos contra un centro de internamiento de menores (en plata, que el vecindario tiene miedo) está acosando a “nuestros niños y nuestras niñas”. Algunos ya han abandonado la infancia y se dedican a atracar, amenazas y agredir sexualmente a mujeres.

Esto de utilizar los delitos de odio para hundir al adversario resulta muy eficaz. En primer lugar, porque ya han conseguido que sea la Fiscalía quien tome la riendas. Esto es muy útil: así es el Estado el que corre con los gastos y el acusado quien debe demostrar que él no odia a nadie… y enfrentarse al Estado, que no es lo mismo que enfrentarse al acusador.

Las mujeres de Vox aclaran: no nos gusta la ley contra la violencia de género porque criminaliza al varón

Al tiempo y en materia de agresiones sexuales se conocían las nuevas sentencias a dos miembros de la manada por una agresión sexual cometida en Andalucía. Los bestias de este grupo merecen que caiga sobre ellos todo el peso de la ley pero sorprenden esas manifestaciones sospechosas… e idiotas: sólo preocupa la mujer-víctima cuando el violador es español. Cuando son extranjeros se convierten en “nuestros niños” que operan con la mayor impunidad. Todos conocemos a la manada, pero apenas sabemos los rostros e identidad de las manadas marroquíes, por ejemplo.

Y sí, hay pánico a los menas allá donde existe un albergue de menores no acompañados. Sobre todo si son menas de origen musulmán, a los que han enseñado a no respetar a ninguna mujer occidental.

Y esto, atención lo denuncia Teresa Rodríguez, la misma que ha llevado a los tribunales a un empresario bobo que hizo una broma de mal gusto con sus labios.

Al tiempo, Día Internacional de la Violencia contra la mujer y las mujeres de Vox, con Monasterio a la cabeza, aclaran: no nos gusta la ley contra la violencia de género porque criminaliza al varón. Y aportan datos, entre otros, este: de 44 millones de euros en subvenciones de la Junta de Andalucía sólo 1,2 se dedicaron a atender a las mujeres agredidas. El resto, subvenciones para grupos feministas.

Un dato: de 44 millones en subvenciones de la Junta sólo 1,2 se dedicaron a atender a las mujeres agredidas. El resto, pura ideología

En resumen, todo coincide, por algo será: Podemos con el entusiasmo de la Fiscalía, utiliza los delitos de odio para amenazar a una mujer que no les gusta porque desmonta su tópicos y su histeria. No podrían hacerlo si no contaran con la nefasta y liberticida -acaba con la libertad de expresión- promulgación de los delitos de odio

Los delitos de odio continúan imponiendo la censura. A ver cuando se impone un partido que los intente hacer desaparecer.

Por cierto, ¿alguien ha caído en la cuenta de que el odio no es un delito, sino un pecado?