La frase del titular corresponde a Benedito XVI y constituye un perfecto resumen contra el discurso cultural imperante y, en particular, contra la degeneración de la izquierda en progresía en mera progresía.

Al final, la izquierda –y algo, o bastante, también la derecha- no ofrece otras cosas que mejorar el nivel de vida (con los consiguientes fracasos, dicho sea de paso). Pero eso no puede llenar al único ser libre que existe en el planeta, y que no ha sido creado para el confort, sino para la eternidad.

No somos lo que comemos. Además, no sólo de pan vive el hombre

Por eso, las ideologías no convencen, no llenan. Chesterton decía algo parecido tiempo atrás, cuando hablaba desde la “persistencia en evitar el heroísmo”.

Y es que ni somos lo que comemos ni sólo de pan vive el hombre. Ni el hombre ni la cultura.